Siempre te rendías, pero ahora has empezado a cambiar... Yo sé mejor que nadie que has entrenado duro. Pero siempre fracasabas en las misiones. Eras débil cuando más se te necesitaba y te deprimías fácilmente. Pero... la Hinata de hoy es diferente. Nunca había visto esos ojos antes.
Naruto, siempre he estado observando, por tantos años he estado observándote. Me pregunto por qué... No se porqué, pero... Mirando a Naruto... Siento cómo el valor crece en mi interior. Empiezo a sentir como si pudiera conseguirlo si me esfuerzo. Empiezo a creer que sirvo para algo.
Un rival es algo especial. Especialmente para un adolescente en plena pubertad. Hace mejorar mil veces más que las enseñanzas de cualquier otro.
Una actitud sincera hacia la música... Una voluntad tenaz que se enfrenta al miedo. Unas bases inamovibles. Así es el Chopin de Aiza.
Ya sé que es una estupidez. Pero mi objetivo no es ir al extranjero ni el concurso de Chopin. Mi objetivo es Kousei Arima. Los concursos en los que él participe.
La gente no se da cuenta de que es imposible elegir si creer o no en algo. Si creen en algo ciegamente, una mentira puede convertirse en una maldición.
Hay cosas que no puedes tener, no importa lo mucho que lo quieras, así que, es más fácil simplemente olvidarlas.
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Es un honor conocerte. Mi nombre es Priscilla. Acabo de ser aceptada. Perdona que sea tan grosera... pero he venido a por tu cabeza.
Supongo que sus habilidades latentes son mayores que las de Teresa. Normalmente, no lucharía con Teresa, sin importar cuantas de nosotras fuéramos tras ella. Pero tras ver a Priscilla, cambie de idea. Esta cría superara a Teresa dentro de poco.
No importa con quien luche o cuantos adversarios sean, los mata sin agotar su poder de yoma. En ese sentido, es como "Teresa de la debíl sonrisa".
No te ha caído ni una sola gota de sangre tras matar a esos yomas. Impresionante. No hay dudas de porque eres la número "dos".