Frases

Todo acabará cuando las cigarras lloren.

Se dice que los niños siempre vuelven a casa.

El deseo de revivir a tus padres, ¡no es más que una estupidez egoísta!, ¡si esa lógica funcionara, todos los niños en el mundo querrían ser dioses!

“Tengo miedo, hay mucha sangre”, ¿qué me estará pasando?

El clima estaba tan frío, lo suficiente para helarte hasta los huesos, incluso si estabas abrigado. Él caminó hacia afuera, medio desnudo, descuidadamente. Su espalda girada hacía mí. Sentía que bien podría haber sido mía. Pero era muy listo y cobarde, por mi propio bien. Entendí que tan importante era la calidez para la gente. Sin importar que proviniera de la pena o la hipocresía. No tenía el coraje para darme por vencido con él, sin importar cuán patético o miserable tuviera que ser para detenerlo. Pero, a pesar de todo, me apartó de su camino... Como si fuera una bestia rechazando el toque del hombre, aunque significara la muerte. Quería detenerlo para que no se fuera, pero no sabía cómo. Así que lo único que podía decir era... "¡Te esperaré!", "Te esperaré justo aquí". ¡Así que tienes que volver...!

- Utsumi: Kurokawa, ¿por qué? ¿Por qué estas haciendo esto? Presionándome para que confiese mis sentimientos, dándome recomendaciones. No entiendo tus razones.
- Kurokawa: ¿Por qué...? Hmm... quizá quiero probarte... supongo.

Los humanos mienten fácilmente. Por supuesto, me incluyo.

Hace tiempo que me cansé de probar indiscriminadamente de aquí y allá. Mientras más hambre tengas, mejor sabe la comida.

No pienso contarle nada relacionado con almas a un demonio. Sería como lanzar un conejo frente a una bestia carnívora.

Vamos. Todos nosotros. El camino de aquí en adelante... lo viviremos juntos.

Es la personificación de la cobardía pero vestido con traje.

Pero la derrota de hoy no ha sido en vano, porque esta derrota nos llevará a la siguiente victoria.

Ser ignorado duele mucho.

Tu puedes decidir qué es lo que quieres, si seguir con dolor o hacerlo mejor para tener éxito. El resultado de tu cita dependerá de tus decisiones.

Las personas vienen del polvo y vuelven al polvo. Y así, la vida continúa.

Estoy usando tacones, si caminas rápido no puedo mantenerte el paso.
Siempre baja la mirada a lo que lleva puesto tu compañera, así podrás decidir el ritmo de tus pasos.