Frases

Hasta una adolescente indigente merece un regalo de navidad.

El dinero es lo mas importante, pero lo es solo porque lo necesitas para proteger lo que mas quieres, sin dinero no podrás proteger lo que mas te importa.

El odio y la pena nunca desaparecen, quizá pienses que han desaparecido, pero su llama arde en silencio.

Las palabras que uses para describir algo no bastan para cambiar la realidad, aunque se vea de forma distinta, la verdad sigue siendo la misma.

No se debe confiar tan fácilmente en cualquier persona que te encuentras por la noche, eso nos incluye a nosotros también.

Un detective no espía, investiga.

Nada es mas difícil que no tener un hogar, pero son muchos los desamparados en este mundo que no lo tienen, que en su soledad ellos extrañan que alguien les diga "yo quiero que estés aquí".

El orgullo y los detalles son algo muy importante para un artesano, si los pierdes no llegaras a ningún lado, sin embargo a veces hay excepciones, el dinero es una de ellas.

El odio... no genera nada.

Las mismas palabras o sucesos pueden significar cosas muy distintas para todos.

El océano pacifico podría ser ron y no me importaría, así de inmensa es mi adoración por el ron, desearía vaciar la botella a penas pongo mis manos en ella, sin embargo en sueños es así, es mejor mantener la discreción.

Originalmente el alma es blanca, pero se torna azul cuando te enamoras.

La luz que nadie ha encontrado solo existe en la verdadera oscuridad.

Pensar mucho en algo complicado no va a cambiar nada.

¿Sabes por qué a los humanos les encantan estos monumentos? ...porque tienden a olvidar. Sus recuerdos se desvanecen, por eso los construyen para recordar.

Un mismo hecho puede describirse con un sin fin de palabras diferentes, y también varios hechos pueden reducirse a una sola palabra.

Nuestros encuentros sobrepasan los limites de la casualidad, y no quedara mas remedio que sentir la tensión del hilo rojo del destino.

No me gusta estudiar, todos dicen que es necesario, pero yo opino que hay mejores cosas que hacer.

Posición, estatus, prestigio, apariencia... e incluso la confianza no son la verdadera naturaleza de la belleza. Aunque tus heridas supuren desagradablemente, aunque te derrumbes ante la injusticia, aunque te obliguen bajar cuando intentas levantarte, para seguir mirando con cariño y anhelo... Esa mirada en los ojos es la verdadera naturaleza de la belleza.

La voluntad de los dioses es un misterio para la gente normal.