Cuando era joven disfrutaba de gran libertad pero no la valoraba, tenía tiempo pero no lo disfrutaba y tenía amor pero no lo sentía. Pasarían muchas décadas hasta comprender el significado de los tres y ahora en el ocaso de mi vida la comprensión se ha tornado en satisfacción. Amor, libertad y tiempo, antaño tan desechables son ahora lo que me impulsa, en especial el amor querida mía, para ti, nuestros hijos, nuestros hermanos y hermanas y el basto y maravilloso mundo que nos dió vida, y nos mantiene en ascuas. Con infinito afecto mi Sofia, siempre tuyo, Ezio Auditore
No necesitamos que nadie nos diga lo que debemos hacer, ni la Savonarola ni los Medici, somos libres para seguir nuestro propio camino, hay quienes están dispuestos a arrebatarnos esa libertad y quienes renuncian a ella gustosos, pero es la capacidad de elegir nuestra verdad, la que nos hace humanos, no hay libro ni maestro que pueda ofreceros las respuestas, ni mostraros el camino, elegid vuestro sendero, no me sigáis a mí, ni a nadie más.
¡La nueva canción del Príncipe es la mejor que ha hecho nunca! No da ni una nota a derechas, pero es lo que le hace tan cautivador. ¡No consigo sacarme la canción de la cabeza!
No tenemos que ver las cosas exactas. Es verdad la gente no piensa en lo mismo. No sabemos que pasa en la cabeza de los demás.
Nadie "importa" más que nadie... Todo el mundo tiene su propósito. Sus propios sueños. Nadie esta por encima del otro...
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Todas se enfadan conmigo. Las chicas son complicadas, no hay que pulsar los botones equivocados. Como si yo supiera cuáles son los correctos...
El nuestro es un mundo de gigantes nucleares e infantes éticos. Sabemos más de la guerra que de la paz, de matar que de vivir.
Esos salvajes murieron duramente, como lobos heridos y acorralados. Eran sucios, ruidosos y olían. Y yo los quería.
No hay manera honorable de matar, no hay manera gentil de destruir. No hay nada bueno en la guerra, excepto que acaba.