Frases

Teniente: Si no tiene pruebas que el Coronel Harris estaba vivo...
Jesse Fox: Tengo esto.
Teniente: Un anillo de la promoción del 48 de la academia militar.
Sargento: El Coronel Harris se graduó en promoción del 48 por la academia militar.
Teniente: ¿Intenta confundirnos Teniente? Le recuerdo que existen mas anillos como este.
Jesse Fox: Si, pero no con el mismo olor.
Teniente: Este anillo huele a mierda.
Sargento: Me permite, joder, huele exactamente como el ano del Coronel Harris.
Teniente: ¿Que? ¿Cómo diablos sabe como huele el ano del Coronel Harris?
Sargento: No estoy autorizado a rebelar esa información.

Dispararle a alguien justo en la cabeza requiere puntería, reflejos y suerte.

Me enfrente al submarino porque me lanzo sus misiles, y a mi nadie me lanza sus misiles sin permiso.

Cuantas mas cosas posees, mas esclavo te vuelves de tus posesiones, y a mi nada ni nadie me esclaviza, así que me deshice de cosas que ya no necesitaba, como lo hacen los minimalistas.

¿A caso parezco un guarro que tira la mierda en cualquier lugar? Encontré un punto de reciclaje para deshacerme de algunas cosas que ya no necesitaba, yo no renuncio a mis principios al primer problema que se me presenta.

Pase por junto al mismo cadáver una y otra vez, me di cuenta hasta la séptima vez que estaba dando vueltas en círculos, esa maldita jungla me estaba jugado una broma.

Había ardillas en las cloacas, por culpa de esos cabrones en en lugar de comprar un perro o un gato, les da por tener mascotas exóticas como ardillas y cuando se cansan de ellas las tiran por el excusado sin escrúpulos, pero una de cada diez mil sufre una mutación, sobrevive y se multiplica, infestando las cloacas de ardillas mutantes asesinas que se lanzaron a perseguirme, fue horrible, me sentí como una bellota gigante.

- Mi nombre es Jesse Fox.
- Hace poco piloteaba un helicóptero ruso, pero no parece usted ruso.
- También manejo un Toyota, pero eso no me hace japonés.

Le quite su parche y su ojo de cristal porque era sospechoso, ¿Qué clase de tuerto lleva un ojo de cristal debajo de un parche? O lleva un ojo o lleva un parche, pero no las dos cosas, seguramente el ojo era alguna clase de dispositivo secreto, lo saque por si acaso.

Siempre es comer o ser comido en el campo de batalla, sin importar contra que luchas.

Sí, sí; "¡Raaar raaaar, aplastar, matar!" Tienes hasta que se vacíe la arena de este cristal para gritar tus tonterías.

Bienvenidos a Estalia, caballeros. No les mentiré, las posibilidades de que sobrevivan son escasas; algunos incluso pueden volverse contra sus amigos como cadáveres vivientes... Pero tienen mi palabra de que usaré mis dones arcanos para asegurar que sus cuerpos sean entregados al jardín de Morr. ¡Esta es la mayor recompensa, más que el oro, ya que el destino de sus almas es una preocupación eterna! Ahora, vengan. Síganme, acaben con los no muertos que se alzan contra nosotros, permítanme encontrar este amuleto sobrenatural. ¡No pido por mis propios estudios egoístas, sino por el bien del Imperio!

¡Hombres de Reikland! Los pieles verdes asaltan nuestra capital. ¡La suya es una raza vil que Sigmar juró expulsar de nuestras tierras, y aun así se atreven a regresar! ¡Únanse a mí, hombres, porque no descansaré hasta que todos los malditos goblins ardan en una pira!

Para la gente común, somos incognoscibles. Caídos. Corruptos. Temidos con razón. No puedes entender nuestros orígenes, nuestros motivos... la comprensión naciente de que no somos "caídos". Somos. Ascendidos.

Soy Karl Franz y nací en este mundo, igual que tú. Un mundo de guerra incesante y terrores infinitos. Pero con una nación de hombres en su corazón, un bastión de esperanza y coraje: el Imperio. Liderado por los cobardes, destrozado por los codiciosos, debilitado y expuesto, siempre a la defensiva. Pero ya no.

¡Ahora, nos unimos! ¡Para purgar el mal que se atreve a enfrentarnos! ¡Sígueme y desterraremos esta oscuridad! ¡Juro esto como tu Emperador!

¡Prefiero morir, que dejar de luchar!

Ya no le tengo miedo a los monstruos porque una vez amé a uno.

No me arrepiento de nada.

-Ducht: “He conocido a un amigable capitán que nos puede llevar a Australia o Tahiti”
-Arthur:”¿Quien demonios vive en Tahiti?”
-Ducht: “Tahitianos, supongo”