El septogésimo día antes del despertar, tú, nacido de nuestra sangre y de nuestros enemigos, el principio y el fin, el maldecido y el adorado... comienza el último viaje. Hay alguien que te acompañara a través de la puerta, aquel que no puede verse, la cruz oscura en el horizonte. Sabes tan poco... debemos guiarte. El camino se ha abierto, ahora solo queda ella por hallar...
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