Colección - 3D2Y

Demasiada curiosidad puede sacar lo mejor de nosotros mismos.

- Parece ser que al otro tipo no le interesas para nada.
- Cállate. Yo soy el que mejor sabe eso. Pero aunque lo sepa, no puedo abandonar por que es demasiado doloroso. Me gustaría empezar a odiar ese tipo de cosas. Si eso ocurre, entonces no tendría que sostener estos sentimientos... pero no puedo evitarlo, quiero volverme alguien especial para él. Aunque estoy aterrorizado, no se lo puedo contar, porque puede que mis sentimientos no lo alcancen.

Naoto, él... Puede ser muy inteligente, pero entonces de nuevo, su actitud llega a los nervios de todo el mundo. A pesar de que sea así, sigo teniendo mis ojos sobre él. Es por eso que pienso que lo perseguiré para siempre. En cuanto a Naoto, no creo que vaya a necesitar a alguien como yo que lo ame. Este amor que siento por él, me pregunto si va a durar o no...

Mientras sonrías... Puedo descansar tranquilo.

Cuando nos miramos... Soy tan feliz que me entran unas ganas terribles de llorar... Desde que me enamore de Ren... He aprendido a sentir tantísimas cosas diferentes.

No tienes derecho de tener amigos, tampoco te hacen falta.

Cuando pienso en ello, he estado tan ocupado en tener, mal carácter, estar celoso y resentido. Que... Me he olvidado de decir aunque solo sea una vez, "te amo"...
Pero... mantengamos esa como mi carta de triunfo.

Es un niño físicamente, pero su corazón es muy maduro.

¿Qué tiene de malo dejar que tu corazón se vuelva de piedra? Yo ya no quiero ser lastimado.

Subestimar a un adversario es el primer paso hacia la derrota.

Tener celos es de malos perdedores.

Mientras más expectativas se tiene, uno siempre sale lastimado.

No es bueno esperar demasiado, pero no puedes hacer nada si eres demasiado pesimista. Si sólo esperas creyendo, es inútil, nada resultará de ello.

Cuando te pones a leer un libro, es como si tu alma evadiera al mundo.

El zapato de cristal de la Cenicienta era perfecto a su pie, entonces...¿Por qué se le cayó mientras corría? Eso era debido a que quería captar la atención del Príncipe encantador, no hay otra explicación...

Ya ha pasado un año y tres meses. La primavera está a punto de llegar. En marzo cumpliré veinte años, y me merezco un buen premio por haber llegado hasta aquí. Un viaje a Tokyo solo de ida, yo, mi guitarra y mi tabaco, no necesito nada más.

El corazón de una chica es como algodón de azúcar. Lo mínimo lo hace marchitar.

La persona que me gusta es... Alguien de quien no debo enamorarme.

No quiero decir nada. No quiero escuchar nada. Estoy feliz de que no preguntaras nada, en serio. Estoy feliz de que te mantuvieras en silencio y me acompañaras, en serio. Con una voz más cierta que las palabras, con un amor más definitivo que el amor, cuida de mí, por favor. No hay necesidad de decir más.