Gracias, Daisy. No sé tu nombre real, ni conozco tu cara. No sé nada de ti pero está bien. Porque tus palabras gentiles siempre son reales.
Incluso aunque sé que no estoy siendo justa. Incluso aunque estoy avergonzada. Mis lágrimas no se detienen. No debo volver a hacer algo tan cobarde nunca jamás. Llorando. Haciendo que el chico que me gusta se sienta preocupado. Haciendo que haga lo que yo quiero. Solo porque está haciendo lo que yo quiero no puedo... Probablemente jamás volveré a hacer algo así, así que perdóneme, Dios, Daisy, Hermano.
Una respuesta hermosa no es necesariamente una buena respuesta. Los sentimientos de una persona son diferentes a códigos o fórmulas.
Mi bondad es algo que tú me diste, ¿te acuerdas Yuriko? Desde ese día has sido mi más apreciada, ¡amiga!
Idiota, no sé que es lo frío de ti... ¡Yo siento el calor! Siento el calor de tus lágrimas. Eres un humano, ¡y eres mi amigo! ¡Gracias por pelear a mi lado!
Haz tu mejor esfuerzo y mantente fuerte y encuentra a alguien como yo algún día. Y así como yo, junto con quien yo amaba, te dimos a luz. Un día tú también experimentarás esa alegría.
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¡Él... él...! ¡Fue despedazado por protegerme! ¡Adolf luchó hasta el final! ¡No te permitiré...! ¡Llevarte a mi querido Adolf!
Si necesitas una razón, entonces te voy a dar una. Saeko-san, no importa cuán contaminada creas que eres... ¡Voy a seguir admirándote mientras yo viva! ¡Siempre voy a creer que eres la mujer más grande, siempre! ¡Por lo tanto, no mueras! ¡Y no me dejes morir! ¡Por favor, por mí… quédate cerca de mío, incluso con todos tus pecados!
En el pasado hubo alguien que me amenazó para poder usarme como rehén en contra del clan Sunwoo... Y aquella humillación que tuvieron que sufrir los ancianos, ¡no la he olvidado! ¡Soy el Gaju del clan Sunwoo! ¡No permitiré que hagan daño de nuevo al clan Sunwoo por su orgullo o por mi culpa!
Incluso si eres mi verdadero padre... ¡Eres enemigo de mi gremio! ¡Así es como hemos protegido hasta ahora a nuestro gremio, a nuestra familia! Pero... ¡Aún así no puedo matarte!
Que esta cicatriz signifique el primer golpe contra el mundo mortal. De este sello se levantará la perdición de los hombres, quienes, en su arrogancia, intentaron empuñar nuestro fuego como suyo. Ciegamente, construyen sus reinos sobre conocimiento robado y vanidad. Ahora serán consumidos por el mismo fuego que intentaron controlar. Que la destrucción resuene por este mundo miserable, que todos los que viven los oigan y se desesperen.
Le fallé a la humanidad una vez, y no volveré a hacerlo. Si tú no puedes ayudarme, encontraré a otro que lo haga. Ya han sido advertidos. Su destino está en sus manos.