Frases

Un joven como tú probablemente no puede imaginarlo, pero Tokyo solía ser un campo de fuego. Han pasado casi 70 años desde que la guerra terminó. Sin embargo, este país sigue siendo un país derrotado. Incluso ahora el espíritu del país sigue siendo la de un perdedor, sin una pizca de dignidad. Este país debe ser verdaderamente independiente.

Dicen que las palabras de un hombre ebrio son los pensamientos de un hombre sobrio.

El balón siempre rueda y rodará a favor de aquellos que trabajen tenazmente hasta el final.

La batalla comienza cuando intentas proteger a alguien que te importa.

Llegas tarde... ahora por fin podremos ver los arboles de cerezo juntos.

Si no haces algo para que mi hermana deje de sobre esforzarse juro que iré a hacer que te arrepientas.

Sabía que algo como esto ocurriría, ella a estado bajo mucho estrés últimamente, me dijo que no te lo dijera pero la verdad es que no tiene suficiente dinero ni tiempo para ir a visitarte, si tu le decías que no te fuera a visitar mas, se negaría, ¿tienes alguna idea de cuanto te extraña?

Ya es hora de que te vayas, a menos que quieras quedarte a ver como me desnudo.

Incluso si estamos peleando, jamás me olvidaría del cumpleaños de mi novia.

Te diré un poema. "Viento del mundo de los muertos que congelas la sangre... por favor, levanta las faldas para mí".

¡El día de hoy marca el comienzo de nuestro rock!

Tienes razón, no le temo a la muerte y Amidamaru ya está muerto. ¡No es valentía ni estupidez! Si rendirse es fácil morir tiene que se incluso más fácil. Y si tomo ese camino fácil y me rindo... entonces mi vida nunca se convertirá en la vida relajada que siempre he querido.

¡Los piratas son personas libres, con valentía, que buscan aventuras y arriesgan sus vidas! No te burles de ellos.

- Sanji: Marina, viene, nosotros, barco, huir. ¿Entendiste?
- Zoro: ¡¿Como demonios quieres que entienda eso?! ¡Habla bien!
- Sanji: No sé como pude pensar que un idiota como tú entendería.
- Zoro: Bien. Yo, cortarte, después.

Mientras aún me quede al menos una razón para vivir, seguiré sonriendo.

Las manos son demasiado importantes para un cocinero y no las pienso lastimar luchando, para combatir me basta con los pies.

Hay que escuchar a la cabeza, pero dejar hablar al corazón.

Has herido a mis amigos, ya no tienes salvación.

¡Tú no me vas a detener! ¡Nada va a impedir que cumpla mis sueños!

Escuchen por favor el grito de nuestras almas.