Soy un humano, pero soy el pináculo de mi especie entera, los siete pecados capitales, pecado del león.
Ustedes dos deben ser ya sea extraordinariamente idiotas o terriblemente desafortunados, encaminarse a este bar desde su propia voluntad buscando morir.
La santa hacha Rhitta, un hacha llamada por una joven doncella amada por el sol, no es algo de lo que un demonio que pasa el tiempo en el acecho dentro de la oscuridad espere que caiga sobre él.
¿Qué pasa con esta hacha? Sus especificaciones son mucho peso en la cabeza, el mango necesitaría ser tres veces mas largo, es muy corto para manejarlo con las dos manos, por su puesto, es porque es un hacha de una mano.
Esto es lo que llamo una espectacular hacha de batalla, se nota que es trabajo de maestros artesanos.
Las reglas son simples, una lucha a muerte uno contra uno, primero elegimos un arma decidido quien empieza y quien sigue, por turnos atacamos al otro uno cada vez, el primero en morir pierde.
Soy débil en lo que se refiere a puñetazos, pero soy muy hábil en los juegos, sobre todo en las cartas o los dados, ahí no tengo barreras.
Yo podría aplastarlos a los tres en un parpadeo pero donde estaría la diversión en eso, además tras beber todo este delicioso alcohol me siento particularmente generoso.
La cosa es que no hay manera de que permitamos que pequeñas mierdas naufraguen y golpeen mi cara o nuestros corazones tan fácilmente.
Consigue recompensas exclusivas en Freakuotes Como tener acceso a las imagenes con frase que publicamos cada semana ¡Además de otras recompensas exclusivas! Quiero saber más
Todas las sospechas hacia los pecados capitales han sido limpiadas, el incidente que hace 10 años llego de la nada y las falsas acusaciones que provenían de dos capitanes de los caballeros sagrados. Es algo grandioso, ahora son los héroes del país.
Te hice muchas cosas horrendas y mas aun, dije muchas cosas terribles de ti. Yo siempre había pensado aparte de Ban, que no habían otros humanos generosos en este planeta, yo estaba equivocada.
Siempre soñé con el día en el que pudiera volar. Pero por un tiempo, me olvidé de conseguirlo. Aunque ahora puede que haya encontrado mis propias alas. Aunque sean alas de doble filo que acaben por consumirme, podré volar una vez más.