La gente que pelea para vivir por la espada, la gente que crea una existencia que va más allá de la gente, parecen totalmente opuestas, pero de hecho, ambas son lo mismo.
Todos tienen una luz interior, no importa que tan oscuro este, siempre estará ahí para guiarte a lo correcto, esta viva en todos, a veces las personas lo olvidan, pero tienes que usar tu voz para recordarles que sigan la luz.
No solo es silencio. Por dentro está animado, el sonido de los huesos rozar y chirriar, el sonido de mi respiración, el sonido de mi saliva, mi espada resuena con su peso. Mi espada, debo remover su peso.
El dudaba, sudaba y lloraba para vivir divirtiéndose, esa honestidad era lo que perseguía en realidad.
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Los humanos tenemos la opción de olvidar, la vida puede ser dolorosa si te aferras a malos recuerdos, esa es la utilidad del olvido.
Nadie puede decidir nada sobre su nacimiento, el lugar, el momento, el estatus, están fuera de nuestro control, por eso rezo, para desear que las nuevas vidas tengan, al menos, paz y bendiciones.
Era tan entretenido, incluso en la oscuridad de la noche, no sentía miedo. Mientras empuñaba la espada, en esos momentos brillaba una luz en mi interior, había siempre alguien observando y riendo, por eso nunca me sentí solo. Contemplé a ese ser desconocido.
Nada esta previsto, la luz y la oscuridad siempre van a coexistir, si nada esta escrito en la roca significa que aun hay esperanza, siempre estaremos en la marea de la incertidumbre, pero la siguiente ola lleva tanto esperanza como desesperación.
Para los robots es diferente a los humanos el poder recordar, a menos nos borren la memoria, nuestros recuerdos duran para siempre, recordamos todas las cosas con claridad... A los compañeros de armas, a las montañas de cadáveres de ambos bandos, los nuestros y los de ellos.
Si has decidido vivir para la espada, sea o no lo correcto, debes creer, ya sea que lo disfrutes o no.