Estoy harto de esta lucha, Claudia. No por estar cansado, sino porque nuestro conflicto parece avanzar en una única dirección: hacia el caos.
Cada reencuentro duele como mil espinas. Poco dura la dicha, que deja paso al miedo. El miedo de saber que no tardará en llegar un nuevo adiós. Y aun así, te mueres de ganas por que llegue un nuevo reencuentro. Cuán débil es la humanidad... Preferimos la felicidad pasada a un futuro incierto.
¿Y si yo bebiera esa agua me desaparecerían todos los kilos que me sobran? Por lo que a mi me respecta, mi barriga cervecera es como una maldición, ¡así que no veo porqué el agua no iba a funcionar conmigo!
Jessica está cayendo demasiado en la batalla, ¡deberías prestar menos atención a su escote y más a su armadura!
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- León: ¿Crees que podrás con tantos? - Cloud: Bueno. Será duro si aparece uno más. - Leon: Entonces yo me encargaré de él. - Cloud: ¿Cómo? ¿También pretendes luchar?
Bueno o malo no es lo que nos separa a nosotros y nuestros enemigos. Son nuestros diferentes puntos de vista, nuestras perspectivas que nos separan. Ambos bandos se culpan el uno al otro. No hay un bando bueno o un bando malo. Solo dos bandos sosteniendo distintos puntos de vista.
Y así, el primer Sangre de Dragón se encuentra con el último Sangre de Dragón en la cima de Apocrypha.
Nuestro héroe, nuestro héroe aclamado como guerrero. Oíd que aquí llega el Sangre de Dragón. Su Voz encierra el poder del arte nórdico verdadero. Creedme, aquí llega el Sangre de Dragón. El azote del mal que en Skyrim causaba amargura. Cuidado, cuidado, que viene el Sangre de Dragón. Las tinieblas se extinguieron, mas su leyenda perdura. Y sabréis que aquí llega el Sangre de Dragón.