- Joker: A Black le toca la tienda 9. Y el compañero de Black será... ¡Suit! - Ciel: ¡¿Qué?! - Joker: Se alegraron.
Vosotros engatusáis a la gente y la arrastráis hacia la oscuridad. Para que no descubran el rostro demoníaco que escondéis detrás, actuáis hábilmente, con dulzura, en silencio...
- Ya lo sabía, ¿no? Todos los juegos necesitan emoción. Pensaba que, como le gustaban tanto los juegos, opinaría lo mismo, señorito. - Es un juego de tan mal gusto que me dan ganas de vomitar, demonio. - Me halaga.
Se rieron de sus deseos y los pisaron como si fueran insectos. ¡Es tan cruel y tan malvado que hasta un demonio sería más benévolo! Yo también soy así. Tengo el mismo interior horrible que ellos. ¡Así son los humanos!
Las noches de los demonios son largas. Para que nadie destruya su presa frágil y débil, deben estar alerta constantemente. Hasta que se cumpla el deseo estúpido del amo, para conseguir un alma rebosante de desesperación, lo dan todo. Esa es la estética de un demonio.
No estás equivocado. Tú luchaste por proteger tu mundo. Eso está bien. La justicia es algo que la gente con poder creó para su propio beneficio. Nadie piensa en los demás. Si no tienes cuidado, te aplastarán. Solo hay dos clases de personas en el mundo. Los que roban y a los que roban. Por eso hoy, yo les robaré su futuro. Eso es todo.
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Aún sabiendo que son hombres terribles, las mujeres nos vemos atraídas por ellos. Pero yo me encontré con el más terrible de todos.
Una persona tiene una sola alma. Y eso que ya le dije que la cuidara. Al tener un gran poder, se pierde la noción del peso de las cosas que no se pueden deshacer. Solo te das cuenta cuando ya no puedes soportar ese peso. ¿Cuántas veces les advertí lo mismo, Conde Phantomhive?
Mostrar frase (contiene spoilers) Kuroshitsuji: Book of Circus - Sebastian: ¿Cree que la muerte los hará más felices? Que arrogante. - Ciel: ¿Hay algún humano que no lo sea? - Sebastian: Si lo hay, nunca me lo encontré. - Ciel: ¿Cuánta fuerza crees que necesita una persona débil, un niño, para superar una situación como esa? En aquel momento, pude llamarte justo antes de romperme completamente. Por eso pude conseguir la fuerza para levantarme. Allí solo había un demonio, tú. Y ese demonio era mío. Es cierto, soy arrogante. Pero no tanto como para dejar de pensar que puedo salvar a alguien. - Sebastian: Ya veo.
No pienso contarle nada relacionado con almas a un demonio. Sería como lanzar un conejo frente a una bestia carnívora.
Se dice que el destino de un mayordomo lo decide su amo, y puedo ver por completo la fuerza de esas palabras.