¿Acaso tú nunca me has necesitado a tu lado, Juri? Al dejarle de lado simplemente porque no se adapte a tu forma de ser, estás haciendo aquello que tanto odias de los demás.
Eres capaz de perdonar a la gente desgraciada como él... ¿Pero y qué pasa con los que fueron asesinados debido a sus actos egoístas? ¿Qué pasa con todos aquellos que dicen que debería ser él el único que acabase bajo tierra? ¿Perdonas tales actos como si nada? ¿Quién podría hacer algo así? Quizás puedan algunos que no conozcan todos los detalles. Feliz ignorancia...
Sé que lo que hizo no tiene perdón... y no trato de excusarle... ¡Fue juzgado por los terribles crímenes que cometió! ¡Y será castigado por ello! Pero... Ponerle una cuerda alrededor del cuelo y ahorcarlo... ¿Eso es todo lo que podemos hacer por alguien que ha vivido toda su vida sin sonreír ni una sola vez? ¿Acaso no es triste que las cosas sean de esa forma?
La envidia que sentía hacia el resto de personas que habían tenido la suerte de tener una vida mucho mejor que la suya explotó de la peor forma posible...
- Sé que no es asunto mío, pero aún así... Creo que no tendrías que hacer demasiada amistad con él... Cuando todo haya acabado para él, tú serás el que lo pase peor si continúas así - Eso fue lo primero que pensé al principio... Ya llevo dos años trabajando en esta prisión... No puedo ni recordar cuántas veces se me ha puesto la piel de gallina sólo de pensar en los atroces crímenes que esas personas cometieron fuera de estas paredes... Siempre pensé que jamás podría llegar a sentir ni la más mínima compasión por ellos. Hay criminales a los que odias de tal manera que deseas su muerte. Pero... También hay otros que no pueden evitar que sus vidas lleguen hasta un cierto punto al que nunca habrían querido llegar en circunstancias normales.
Hay días en los que parece que mi corazón se vaya a romper. Pero en esos momentos, me pongo a recordar cómo tocabas el piano, Juri...
- Hermano de Yuu: Cuando la oigo tocar el piano, todo lo malo desaparece de mi corazón... Me hace sentir mejor... - Yuu: ¿En serio? - Hermano de Yuu: Sí. De hecho, ni siquiera... te oigo llorar.
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Mi madre se pasaba el día gritando, y el único momento en el que no lo hacía, era cuando me oía tocar. Por esa razón, continuaba tocando... Por su bien.
Juri: Increíble... ¿Así es como funcionan las cosas en nuestro país? Si su condena es la muerte, no entiendo porqué han de pasar tanto tiempo sufriendo así. Me parece increíble en lo que se ha llegado a convertir el comité de ejecución. Existe un gran número de personas que quieren que se reconsidere el uso de la pena capital. Pero por ahora, las cosas no parece que vayan a cambiar... Da igual cómo se mire, o el empeño que se ponga en darle alguna solución, el resultado parece que siempre será el mismo. Es posible que muchos de esos condenados a muerte les parezca bien la sentencia, ya que podrían desear pagar por lo que han hecho. Pero eso de obligarles a seguir viviendo de esa forma tanto tiempo... Inue: ¿Esa es realmente tu forma de pensar?
Cada persona es un mundo... Pero aún así... podría decirse que, por lo general, aquellos que son condenados a muerte pasan el tiempo que les queda lo más solos que puedan. Cada día tienen 45 minutos de ejercicios, y en total hacen tres comidas al día, es todo lo que hacen. Debido a que cada uno de ellos posee su propia habitación privada, están totalmente solos. Si tienen alguna aspiración en especial, pueden trabajar, pero... Seamos sinceros, no es algo que se dé habitualmente cuando sabes que no saldrás de aquí a no ser que lo hagas muerto. En nuestro país, la condena a muerte se da rara vez, y el día de su ejecución no está fijado. Por lo tanto, se ven forzados a vivir de esta forma durante varios años.
Creo... que tanto tú como aquel vagabundo habéis tenido mucha suerte. Después de todo, si al igual que te pasó a ti, comprendes las cosas cuando tu vida apenas ha comenzado, eso te dará la oportunidad de poder decidir cómo quieres vivir tu vida. Y si tal y como le pasó a aquel vagabundo, eres traicionado al final de tu vida, al menos habrás pasado todo tu tiempo aferrado a una esperanza que te da fuerzas para vivir. En ambos casos, es una suerte... Lo peor que te puede llegar a ocurrir... Es que todo se venga abajo cuando aún vas por la mitad de tu vida.
Cuando yo era niño... acudí a algunos servicios católicos. Lo hacía para poder comer. Hasta entonces, no había conocido a ningún adulto que mereciese la pena. Pero las hermanas me acogieron, dieron de comer y contaban historias. Eran distintas... Para mí, eran como diosas. Pero un día, apareció un vagabundo que parecía estar cercano a la muerte. Conociendo la gentileza de las hermanas, él se acercó a una de ellas con emoción, y le agarró amablemente una de sus manos. Pero entonces, ella se apartó de él enseguida, y comenzó a gritar y a poner cara de rechazo y asco. Aquel pobre vagabundo... No podía dejar de llorar mientras se alejaba del lugar. Hermana, aprendí algo importante de aquella experiencia. Aprendí que las personas que más discriminan a los demás... son precisamente las que intentan hacer ver que son las más tolerantes. Puede que yo haya matado personas... pero lo que aquella mujer hizo no es tan distinto según mi punto de vista.
En una de las cartas que usted me envió, me decía que el suicidio no expiará mis pecados. Creo que tiene razón, así que esperaré el día en el que sea asesinado.
Deja que te diga algo. Según tú, las horas que pasas viva no son más que basura. Sin embargo, esa es la forma en la que la gente con suerte le da la bienvenida a la llegada de un nuevo día. Cuando te pregunté si querías ayudarme, no lo hice por darte una fácil alternativa a tu situación. Si no vas a tomarte en serio esto y lo haces de mala gana, mejor será que regreses a la sección psiquiátrica del hospital.
Cuando ve que algo se le escapa de las manos, le resulta más fácil encargárselas a otra persona. Es algo a lo que ya estoy acostumbrada.
- Juri: He crecido mucho desde entonces, al comienzo del próximo año ya tendré 30. - Tía Mónica: Cierto, pero... no has crecido tanto como para que tengas que morir ya. Ha de pasar mucho tiempo para ese momento. Pero de todas formas, casi sin darte cuenta, un día estarás cerca de la muerte. - Juri: No quiero tener que esperar a que llegue. Para mí, las horas que he de vivir cada día son únicamente una agonía que deseo arrojar a la basura.