- Garnier de Naplouse: Por fin descansaré. Sí. El sueño eterno me espera. Pero antes de cerrar los ojos debo saber qué les pasará a mis hijos.
- Altaïr: ¿Las víctimas de vuestros crueles experimentos? Ahora serán libres para regresar a sus casas.
- Garnier de Naplouse: ¿Casa? ¿Qué casa?, ¿las cloacas?, ¿los burdeles?, ¿las mazmorras de las que los trajimos?
- Altaïr: Os llevasteis a esa gente contra su voluntad.
- Garnier de Naplouse: Sí. Contra la poca voluntad que les quedaba. ¿De verdad eres tan ingenuo? Le das la razón a un crío solo porque llora y te dice: "déjame jugar con el fuego, papá". Acaso le contestas: "Lo que tú quieras". No, porque si se quema será culpa tuya.
- Altaïr: No son niños. Son hombres y mujeres adultos.
- Garnier de Naplouse: De cuerpo, tal vez. Pero no de mente. Ése es el daño que intento reparar. (…) Mis guardias son la prueba. Estaban locos, trastornados, hasta que les liberé de la prisión de sus propias mentes.(…)
- Altaïr: ¿De verdad creéis que los ayudáis?
- Garnier de Naplouse: No se trata de lo que creo. Se trata de lo que sé.
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