Frases

Lo que libera tu espíritu es algo que sólo tu puedes saber.

Tú eres el personaje principal de tu propia historia.

No dejaré que nadie de mi grupo muera, los protegeré con mi vida si es necesario.

El dolor nos hace sentir vivos.

No eres más que un vulgar asesino y esta libreta es el arma homicida más horrible que ha existido nunca. Has sido víctima del shinigami y del poder del cuaderno. Lo que eres es un demente asesino de masas que se ha creído un Dios, solo eso, nada más que eso.

Las reglas solo pueden ser creadas por un Dios… serás derrotado por mis reglas y por haber cometido el pecado de ofender al Dios del nuevo mundo… morirás.

Voy resolviendo ecuaciones con la mano derecha, mientras con la izquierda escribo nombres, tomo una patata... ¡y me la como!

Así que ambos van a intentar algo de lo que no saben nada y el que sea descubierto primero, estará muerto. ¡En verdad los humanos son muy interesantes!

¿Cúanto es eso en manzanas? (Mientras arrojan miles de dólares a una multitud)

Realmente los humanos son... repugnantes.

Investigar implica arriesgar en tus decisiones, y si te equivocas, basta con pedir perdón.

Yo y Mello separados no llegamos al nivel de L... ¡Pero juntos, lo superamos! ¡Y ahora, donde L fracasó, presentamos una prueba irrefutable contra Kira!

He llegado a la conclusión de que lo malo no es la persona, sino el objeto para matar.

Morir tontamente y morir en valentía son dos cosas muy distintas.

Demostrémosle que la justicia siempre triunfa.

La debilidad que aceptó la muerte será la fuerza que luchará para seguir viviendo.

Me daba tanto miedo la realidad, que decidí vivir en un sueño…

La humanidad en sí es el mayor temor de la humanidad.

Soy el alienado, el ridiculizado, el despreciado. No hay necesidad de alabarme. No hay necesidad de envidiar mi cuerpo. Soy la sombra tras el resplandor de los Espíritus Heroicos, nacido de la oscuridad de una gloriosa leyenda. Y así, yo odio. Yo me resiento. Alimentado por los suspiros de la gente que ha caído en la oscuridad, gente que maldice la luz. Ésta es mi desgracia, resultado de su inmaculada gloria. Debo ser siempre menospreciado. Tú eres el sacrificio. Dame más, tu sangre, tu carne, tu vida. ¡Deja que alimenten mi odio!

Un rey... Un rey debe ser más ambicioso que nadie. Debe reír más alto que nadie. Debe enfadarse y gritar más que nadie. Debe ejemplificar los extremos de todas las cosas, de lo bueno y lo malo. Es por eso que sus súbditos les envidian y a la vez los adoran, y que las llamas de la aspiración, para ser como el Rey es, arden en ésta gente.