@Theboss323

Conviértete en la flor.

Un sentimiento de alegría es una flor arrancada del suelo.
El color, el olor. Es tan bonito en mi cabello.
Todos los días, arranco algunas flores, como si crecieran solo para mí.
Toda una vida de paz y nutrición, arrebatada en un instante.
Todo para mi. Todo de alegría.
Necesito más.

Necesito más alegría. Necesito más feliz.

Arrancar, arrancar, arrancar. Diario.
Arrancar, arrancar, arrancar. Tan bonito en mi cabello.
Arrancar, arrancar, arrancar. Vas a morir y tú también.

Debajo de mis pies, una flor está sola. Me atrae.
Giro el tallo, liberándolo de sus raíces adheridas,
Acariciando el último momento de alegría entre mis dedos.
Pero, ¿con qué final?
Miro en todas direcciones.
Y el campo en el que estoy parado
El campo próspero,
Es un páramo yermo.
Los frutos de mi trabajo. La carnicería de mi alegría.
Y es por eso

He decidido

Yo debo
Conviértete en la flor.

Creo que conocernos fue un milagro, por qué el mundo tiene billones de personas, pero al final, fuiste tú, incluso hablando de los amigos, los amantes y la familia; el que estemos todos juntos aquí es un milagro, y por eso es... Qué te atesoraré, mi más preciado e irremplazable amor.

Puede que sea una exageración decir que es cosa del destino pero tú me trajiste hasta aquí. Me diste un hogar, me diste una razón para vivir y ademas, conseguí una familia en la que confío de verdad. Quiero salvarte y aunque me dé vergüenza, ¡quiero que me mires más!, que veas lo fuerte que me hice.

Atesora a tus amigos, nunca olvides que el carácter de "persona" representa a dos personas apoyándose mutuamente.

Si queremos libertad, debemos tener el valor para pedirla.

Somos uno; así como compartimos la gloria de nuestras victorias, también compartimos el dolor de la derrota. De esta manera, estando unidos, nos hacemos más fuertes.

Buscaré la venganza contra aquellos que traicionaron a mi familia. Soy Ezio Auditore da Firenze. Soy un asesino.

Maria Auditore: Ezio, deberías buscarte alguna aficion.
Ezio: Ya tengo aficiones madre...
Maria Auditore: Non parlo di vaginas

Mis queridos hijos, los cielos oscuros se ciernen sobre Florencia y el tiempo se agota. El enemigo está más cerca de lo que pensé; ahora, la última lucha estará por librarse. Todo hombre es mortal y toda vida tiene un fin, pero ciertas cosas jamás cambiarán. Federico y Ezio, hijos míos, siempre recuerden: nosotros somos los Auditore da Firenze y somos Asesinos…

La prudencia no es nada sin carisma. Aquel que se comporta como un necio solo a los necios persuade pero aparenta ser el diablo... y todos te seguirán.

Aunque sigamos teniendo fe, aunque nunca nos rindamos, no podemos detener la desesperación. Por intensa que sea nuestra determinación, la desesperación nos devora a todos. Fácil y velozmente...

Cada imagen cuenta una historia: algunas veces no nos gusta el final, otras no podemos entenderlo.

Si lo deseas, serás capaz de cambiar el mundo.
Si la esperanza perdura, mi vida habrá tenido sentido.
Así que recuérdame por estas palabras.
De ti depende lo que se escriba en las páginas del futuro.

Mi corazón se consumió hace mucho tiempo en medio de la desesperación más absoluta. Pero con el tiempo, en mi cárcel de soledad descubrí algo... Descubrí que había encontrado la verdadera fuerza. Una fuerza que me permite rehacer el mundo...

Un virus informático y el mundo queda congelado en el tiempo. Esperando como condenados a muerte a que nuestras propias armas empiecen a abrir fuego contra nosotros, se le viene a uno a la mente la frágil realidad sobre la que se sostiene el mundo confiando al querer controlar algo de naturaleza salvaje como es internet.

Y a partir de ese momento durante el resto de la eternidad, cada vez que los hombres cabalgaran hacia la batalla, por una causa noble o malvada, lo harían bajo la atenta mirada del hombre que había derrotado a un dios, serían conducidos por Kratos el mortal que se había convertido en el nuevo dios de la guerra

Quien siembra vientos, recoge tempestades.

Los hombres son de carne y hueso. Conocen su destino, pero no la hora.

Me gusta que la gente que conozco se acuerde de mi.
En sus recuerdos... podré vivir eternamente.

Caminando despacio en silencio, distante, triste y melancólico. Encontré a una persona que sostenía un paraguas. Pero no fuiste tú. Al igual que al despertar de un sueño, solo estamos el carril y yo bajo la lluvia