@Ana

Cuando ves un agujero en una verja cualquier hombre querría meter algo allí... Cuando ves un carrito de la compra quieres subirte en él, cuando ves una silla de oficina quieres dar vueltas encima moviendo brazos y con las piernas extendidas, sin duda los hombres debemos enfrentarnos a estas grandes tentaciones muchas veces...

Si sólo dependes de tus propios sentimientos, hay cosas que no podrás proteger.

No puedo prometerte que no lo haré llorar. Puede que la haga llorar demasiado, puede que le cause muchos problemas... no voy a fingir ser agradable con ella, voy a atesorarla. No te puedes comparar conmigo... Yo la protegeré.

Estoy contento de que estés aquí conmigo.
Si estuviera yo solo, ya me hubiera rendido desde hace tiempo odiándome a mí mismo.

No importa cuantas veces me lo hagas repetir, la respuesta siempre será la misma, te amaré por siempre.

Yo también estaba practicando cómo andar. Ahora lo sé. Un día, cuando pueda mucho mas lejos por mi mismo... iré a verla.

No sé nada sobre ella. Su trabajo, su edad.... que le preocupa. Ni siquiera su nombre. Y todavía así, no puedo evitar quedar prendado de ella.

Me hablas de una manera muy gentil, como si estuvieras tocando un objeto frágil. Pero, volviendo a entonces, cuando descubrí que era duro incluso respirar, tú no me creíste. Solo escuchabas las voces a tu alrededor.

Él siempre ha sido del tipo que intenta parecer genial y no pide ayuda...

Si decir perdón fuera suficiente no habría necesidad de policías en este mundo.

¡Decirlo así de directo es malo para mi corazón!

¿Podrías poner una cara mejor a esa?

Creo que me gustas más de lo que esperaba.

¿Por qué todo cambia tan rápido cuando amas u odias a alguien?

¡Te mataré! ¡Aún si te mato, Dios me perdonará por eso!