Frases

Un maestro solamente puede mostrar la puerta y es el alumno quien debe cruzarla.

Ni siquiera la muerte puede salvarte de mí.

El futuro de la tierra está en nuestras manos... Haz tu parte y cuídala.

El secreto de la genialidad es el de conservar el espíritu del niño hasta la vejez, lo cual quiere decir nunca perder el entusiasmo.

Un susurro preciso es mas potente que un un grito retumbante.

Pude que la batalla contra nuestros enemigos nunca termine... Pero podemos hacer que lamenten haberla iniciado.

Los demonios siembran caos y cosechan pánico.

Ninguno es tan peligroso como aquel que ya fue sentenciado a morir.

No vas a creer lo que oí.

Los rumores son como chispas: si reúnes suficientes, algo terminará ardiendo.

Aceptamos las consecuencias de nuestras decisiones y antes o después de una manera que no podemos entender, las sufrimos.

Morir sin haber sido capaz de proteger a tu ser querido es tan triste... o, más concretamente, patético.

-Creo que yo ya he terminado por aquí... ¿Un abrazo?
-Negativo, mi religión me lo prohíbe.

-Lo sé, colega... hoy la vida me ha enseñado una valiosa lección.
-¿Cuál?
-Pues una, yo qué sé.

-Sr. Marconi, tengo un problema.
-De nacimiento.

Es ese invento infernal que cada mañana me recuerda que sigo vivo.

La distancia más corta entre dos puntos es darle fuerte al acelerador.

Un cazador sabio que sabe que los vehículos fallan siempre está preparado para caminar.

Tu armadura debe de verse bien, ser resistente y sobre todo cómoda, como una hogar, pues mas allá de la frontera o de este mundo será el único que tengas.

Busca a otros cuando el peso de la soledad sea difícil de soportar... Pero finge que es un encuentro fortuito.