No hay placer en blandir una espada por venganza, pero si blandirla por amor mutuo, una pelea justa entre dos rivales que se aceptan y se respetan, sin animosidad, de donde vengo a eso le llamamos felicidad.
Una vez que un hombre toma una decisión, se atiene a ella independientemente de quién la entienda o no. Todos tenemos nuestra propia forma de pensar así que ni siquiera importa que intentemos explicarlo.
Consigue recompensas exclusivas en Freakuotes Como tener acceso a las imagenes con frase que publicamos cada semana ¡Además de otras recompensas exclusivas! Quiero saber más