No soy capaz de relajarme de ninguna otra manera... Tampoco quiero comida elaborada o de una suave cama como esta. ¡Qué patético!
Siempre creí que mi largo pelaje negro era el mejor rasgo que tenía. Pero la gente en la que confiaba me vendió a la organización, y ese día lo perdí todo. "Morir como un mendigo o convertirme en herramienta de la organización"... no tuve muchas opciones. No era solo yo. Fue igual para todas las que se unieron. Nadie estuvo nunca dispuesto a llamar a la puerta de la organización. Mi cuerpo fue operado. Deje de ser humana y me convertí en otra cosa. En aquel momento, mi querido pelo negro, mis negros ojos. Todo el color... abandonó mi cuerpo, dejando solo estos brillantes ojos plateados.
Normalmente los ghouls son en lo que se convierten los no vírgenes cuando un vampiro chupa su sangre. Pero esta vez es diferente. Ni un solo vampiro ha sido generado en esta serie de eventos. Incluso chicos y chicas que claramente eran vírgenes, todos se convirtieron en ghouls.
Nada queda de tu castillo ni de tu estado feudal; todos tus súbditos han muerto. Incluso el sitio de su ostia eucarística ha desaparecido. Ella no sera tuya. Conde, ya no te queda nada. Tú, miserable rey sin vida. ¡Ya no tienes nada, nada!
Toda carne es como hierba. Y la gloria del hombre como flor del campo. La hierba se seca y la flor cae. Pero la palabra del señor permanecerá eternamente.
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Usted no ha bebido ni una sola gota de sangre desde que se convirtió en vampiresa. En ese caso, debe al menos descansar en un ataúd hecho de su tierra natal, o sus poderes seguirán debilitándose.
Una mestiza creada por la organización... La 77 generación de Claymores... La guerrera número 182. No importa a cuantos yomas se enfrente, los mata sin mostrar su poder yoma. Por eso, su cara nunca se retuerce o se vuelve fea, y cuando lucha contra esas criaturas, luce una débil sonrisa. Se le conoce como "Teresa de la débil sonrisa"... la más fuerte de las Claymores.
- Asustaste a otra aldea... ¿no, Teresa? - Sólo dije la verdad, Orsay. Nunca más ayudaremos a una aldea que no haya pagado. Sin importar lo que ocurriese. - Es cierto. Pero, tal y como lo dices... parece como si fuéramos nosotros quienes enviásemos a los yomas. - ¿Oh? ¿Quieres decir que no lo hacemos? - Ten cuidado con lo que dices. Nuestro trabajo es cazar a los yomas. Nunca haríamos tal cosa.
¡Voy a convertirme en enfermera! Soy mala en todo lo que hago. Para mí, convertirme en enfermera podría ser imposible. Pero, yo... ¡Quiero ser una esposa adecuada para Irie-kun!