Siempre creí que mi largo pelaje negro era el mejor rasgo que tenía.
Pero la gente en la que confiaba me vendió a la organización, y ese día lo perdí todo. "Morir como un mendigo o convertirme en herramienta de la organización"... no tuve muchas opciones. No era solo yo. Fue igual para todas las que se unieron. Nadie estuvo nunca dispuesto a llamar a la puerta de la organización. Mi cuerpo fue operado. Deje de ser humana y me convertí en otra cosa. En aquel momento, mi querido pelo negro, mis negros ojos. Todo el color... abandonó mi cuerpo, dejando solo estos brillantes ojos plateados.
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