¿Pueden decir algo maldita sea? Jiiya empezó a decir cosas de como este monstruo chinko es realmente el príncipe Dragonia.
Mientras me encontraba entre la vida y la muerte... No puedo recordar todos los detalles pero hay algo que si se con seguridad, mi nombre es Dragonia.
Probablemente estuve en un horrible accidente hace mucho tiempo, lo suficiente malo para que ya no pudiese saber lo que yo era.
He vivido mi vida sin saber quien era, simplemente viví, sin pensar en donde había nacido o cuestionandome mi existencia, pero cuando me golpee la cabeza empecé a recordar.
El primogénito de los tres príncipes del planeta Oukoku, aquel que prometió ser el rey pero perdió la vida en un desafortunado accidente, el legendario príncipe, el noveno dragón príncipe ¡Dragonia!
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Príncipe usted era joven en aquel momento así que puede que no lo recuerde pero sigue grabado en mi memoria, ese enorme chinko como la barba de un dragón yo puedo reconocerlo donde sea.
No se dejen confundir, levanten las armas, ese hombre esta muerto, borren a ese espectro que trata de distraernos.
Ahora no es el momento para pelear por el tamaño de nuestro chinkos, es el momento de que nos unamos, para lograr eso Hata y yo nos convertiremos en rey. Debemos combinar nuestras virtudes para detener la liberación.
Ustedes fueron los que una vez me apoyaron por ser el rey, entonces por un poco de consideración a este príncipe. ¿Podrían bajar las armas?
No importa que tan manchado en la desgracia me encuentre estando al lado de mi bien dotado hermano, no importa que tan devastado por la responsabilidad me encuentre como el hermano del ultimo gran príncipe Dragonia, yo pelearé a tu lado.
Abandone mi nombre, mi estatus y mi chinko, continúe buscando mi país, pero después de toda esa lucha en el lugar en el que termine, el campo de batalla en el que debía haber peleado estuvo frente a mi todo este tiempo, hui de esa pelea, de mi responsabilidad por esta desgracia.
El que sea un príncipe o un soldado de infantería no hace mucha diferencia. En el campo de batalla todos los cuerpos que yacen en el suelo son iguales.