Frases de Gintama

Aunque se te borre la memoria, aquellos que están en tu corazón, los que viven en tu alma, nunca desaparecerán, da igual lo que ocurra.

Tienes razón, éramos unos débiles que dejaron que los utilizaras. Nos engañaste, nos traicionaste, pero dentro de un par de días nos estaremos riendo de ello. Estoy acostumbrado a que las chicas me engañen.
Pero no me importan tus razones... nunca perdonaremos que hayas herido... a la madre del Distrito Kabuki.

El corazón de una chica es como algodón de azúcar. Lo mínimo lo hace marchitar.

No puedo hacer mucho, pero... ¡quiero hacer algo por ella!

- Qué tal... ¿Tuviste un adiós conmovedor?
- Pedazo de idiota. Eso no fue un adiós. Definitivamente, vamos a volvernos a ver... y la próxima vez será con honores.

El miedo hace que sus corazones se aceleren y tienden a confundir ese palpitar con el del amor.

Los sádicos no soportan la presión.

Las amistades no se deciden, son cosas que pasan con naturalidad.

Un verdadero líder usa las situaciones difíciles para convertirlas en nuevas oportunidades.

Lo siento, Hamuko. Todos los hombres son iguales, pero parece que te juntaste con los peores.

Aquellos que viven una vida divertida serán niños para siempre.

Un verdadero hombre es aquel que se prepara todas las mañanas para la muerte durante el desayuno.

Todo el mundo tiene un bazoca en su corazón.

Dicen que cuando caes hasta lo más bajo en la vida, no hay más camino que subir.

¡¡Si no te conociera, me hubiera importado una mierda que te hayas muerto atropellado!!

Nunca olvides que el sentir dolor es importante para un ser vivo. Todos nacemos con ese mismo mecanismo dentro de nosotros. A veces también tiene fugas de aceite. Puedes dejar salir tanto como quieras, y no importa si no se detiene, ahí estaremos nosotros para limpiar todo ese aceite.

Es posible que si me enfrento a ellos muera y mi cuerpo sea destrozado... Pero, si no hago nada al respecto... Entonces, ¡será mi alma la que se rompa en mil pedazos!

El sake es bueno.. Te puede hacer olvidar todos tus problemas aunque sea solo por un momento. Luego los vuelves a recordar a la mañana siguiente y son incluso más dolorosos de lo que fueron la noche anterior...

Vivo en un mundo diferente al de los demás, me negué a aceptar mi soledad y le eché la culpa a los demás por todo eso, por miedo a ser rechazado, yo los rechacé primero y construí un muro alrededor de mi corazón.

Desde tiempos inmemorables, las mujeres jóvenes han estado atrapadas, peleando una batalla entre "comida" y "belleza". Siendo mujer significa que no puedo evitar esta batalla.