Frases de Gintama

¿Se me puede conceder el dejar mi ultima voluntad, a mi discípulo?

No caigas en su provocaciones, los duelos a muerte esta prohibidos.

Atravesar solo las rigurosas defensas del enemigo y tomar la cabeza del general. Es el sueño de cualquier shinobi.

Ya es suficiente, si va a armar una rabieta la llevare conmigo aunque tenga que ser a nalgadas.

En realidad no me importa, yo también odio hacer las cosas mal.

Llegue hasta aquí ignorando las razones pero ahora por fin entiendo porque vine aquí realmente.

Mi padre nos dejo con las palabras de nunca hacer a un lado nuestra espada sin importar que y falleció con los ojos aún abiertos, incluso en la muerte no desvío sus ojos hasta sus momentos finales, aquel hombre sigue buscando.

¿Este planeta tiene la costumbre de visitar tumbas después de la medianoche?

Fue gracias a ti que fui capaz de encontrar a esos niños. Fue gracias a ti que fui capaz de convertirme en Yoshida Shouyou, muchas gracias a ti y lo siento.

Soy un blando que no olvida a la esposa que perdió hace tiempo.

Si no aportas ideas, callate.

Hasta el final ni cerraré los ojos ni bajaré esta espada. Padre, tu espada aún vive en mí.

Soy Kagura de la Tierra. No dejare que campen a sus anchas por mi hogar.

Ese hombre, la manera en que se mueve a través del campo de batalla con ese aire sangriento, es en verdad como un demonio.

Pero siempre tendré mi alma ¡¡Más hermosa que cualquier hombre o mujer!!

Policías como ustedes no tienen ninguna oportunidad contra alguien como el, era de esperar que no sepan como manejarlo.

Tú eres la tercera persona a la cual no pude leer por completo con este ojo. El segundo fue una persona que estaba pensando que iba a desayunar en la mañana, aún cuando estaba de pie al borde de la muerte. Y el otro era un hombre que estaba vacío mientras vivía.

Si hubiese sido posible me habría gustado que conocieras a esos niños y de quien estoy tan orgulloso, mi primer discípulo.

Lo que creo es que seguir viviendo por un amigo que se perdió y morir luchando al lado de un amigo que sigue vivo, ambos son caminos de la amistad. Así que no tengo derecho de detenerte ni a la princesa, todo lo que puedo hacer es seguir viviendo y resistir con mis amigos y hacerlo también por los que ya no están.

Lo que nos da fuerza ahora mismo no es la voluntad de morir, es la voluntad de vencer a la muerte y sobrevivir.