Frases de Pokémon Sol/Luna

Desde que el tiempo es tiempo, el sol y la luna son astros muy importantes para nosotros, pues ellos mismos nos han ayudado a saber cuántas horas tiene un día y cuántos días tiene un mes, respectivamente.

El cenit de mi mente, del cuerpo, y el espíritu como las grandes montañas de Akala conviértete en fuego embravecido y arde: ¡Explosión cataclismica!

¿Estás listo o no? Supongo que cada cual tiene sus motivos... Yo también tengo los míos para estar aquí. Voy a dejarte entrar. Si te pasa algo, ya me encargaré yo de comunicárselo a tu familia.

El tiempo no da opción a retroceder y es limitado, la manera en la que lo usas es cosa tuya. Pero recuerda, el tiempo que disfrutas perdiendo jamás será tiempo perdido.

En el mundo hay todo tipo de personas. Hay gente como vosotros que hace el recorrido insular para conocer mejor a los Pokémon... Pero también hay humanos horribles que los explotan por dinero y les hacen daño solamente para satisfacer sus propias razones egoístas.

Y por esa razón he decidido ser yo la madre que colmará de afecto a esos pobres y desvalidos Pokémon. Acogeré en mi seno a cualquier Pokémon, aunque provenga de las regiones más lejanas a Alola.

¡Qué clase de entrenador soy! Fue Lylia la que tuvo que protegerme a mí, y eso que ella ni siquiera es Entrenadora... No sé qué hacer, [Jugador]... Todo esto ha pasado por mi culpa, porque no soy lo suficientemente fuerte... Si voy no seré más que un estorbo...

Eh, [Jugador]... ¡Espera!

Desde que nos separamos en el Paraíso Æther, he recorrido un largo camino: he superado el resto de las pruebas, he entrenado a fondo con Liam, me he vuelto más fuerte... Cuando estaba pensando si atreverme con la Liga Pokémon me crucé con Gladio, que me dijo que venías hacia aquí ¡Y he venido escopetado para verte!

[Jugador], vamos a decidir quién será el primero en afrontar la Liga Pokémon. No vas a poder andarte con miramientos esta vez... ¡O te esfuerzas al máximo, o no podrás contra mí ni mis Pokémon! ¡Vamos a darlo todo!

Desde el accidente, Machamp ya no quiere estar en su Poké Ball... La tiró por ahí, no sabemos dónde. Cuando él faltó, quedé tan afectada... Tuve momentos en los que guardé muchísimo rencor al otro conductor, que salió ileso. Pero él también tenía una familia, una esposa joven... Cuando vi la cara de ella, sentí que ya no tenía sentido vivir con aquel despecho.

¡He aquí el más grande! ¡El más odiado! El protagonista de vuestras peores pesadillas... El amo del cotarro: ¡Guzmán!

Lo veo y no lo creo... ¿Acaso será hoy un día especial? Alguien ha dado con sus huesos en tan lóbrego lugar... ¿Vana temeridad o simple desdicha? Poco importa, a decir verdad, pues el resultado es ineludible: un combate contra mí. Pero antes de lanzar la moneda al aire, dime: ¿cara o cruz?

Recordar el hecho de que estuvieron juntos, es uno de los deberes de aquellos que compartieron esos tiempos.

Aquellos que confían obtienen la fuerza de los que caminan a su lado.

¿Horrible yo? ¿Acaso los entrenadores son mejores que yo? ¿Ellos que se deshacen de sus Pokémon a la primera de cambio, cuando ya no les interesa tenerlos en su equipo?

¡Ya estoy harta de tus delirios! ¡Los niños no son "cosas" propiedad de sus padres! ¡Y los Pokémon no son objetos que los Entrenadores pueden usar a su antojo! ¡Yo soy una persona, Cosmog es un Pokémon! ¡Somos seres vivos con sentimientos! No simples objetos de los que puedes deshacerte cuando te cansas de ellos. ¡Eres una persona horrible, madre!

Nunca dejéis de sonreir, pues vuestras sonrisas han dado origen a un sinfín de encuentros... Que nos conducirán a un futuro brillante. Me alegro de haberos conocido. Me alegro de haberte conocido.

Cuando se va alguien a quien apreciamos tanto, hemos de hacer todo lo que esté en nuestra mano para regalarles nuestra mejor sonrisa.