Haré como dices y disfrutare del momento. Mi condición no debe ser un impedimento, comerse la cabeza no es sano.
Aprendes copiando, descubres de otros y otros descubren gracias a ti. Desde nuestros gustos hasta nuestra madurez depende de nuestra relación con los demás y negarlo cuando nos interesa no es lo correcto. Ya que al fin y al cabo, creí que podía dibujar cuando alguien me dijo que le gustaba mi garabato en el margen de un libro.
No mientas, sostienes, mentir está mal, enseñan. Una contienda hipócrita contra parte de la naturaleza humana, pretendiendo conocer aquello que imparten.
La ironía reside en que no se consigue erradicar la mentira por mas que se intente educar su desuso, sino al contrario: aprendemos a mentir mejor. Al fin y al cabo no es la verdad, sino aquello que les gusta, lo único que las personas están dispuestas a escuchar. Y resulta extraño, ya que en mi opinión no existe persona mas sincera... Que el mayor de los mentirosos.
La mejor prevención es tener algo de confianza, no tiene nada de malo ser diferente o haber hecho algo de lo que avergonzarse.
Lo importante es plantearse lo que uno realmente quiere hacer sin olvidarse de los riesgos y las ventajas.
El arte es bueno, el concepto... ya no tanto. Hay tontos tópicos que solo me cabe pensar que es todo un intento de comedia barata o algo así.
Eso no quita que los conceptos sean interesantes. Especialmente con lo complicado que es dibujar fantasía sin referencia.
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No es lo mismo hacer garabatos en el margen de un libro a dibujar de verdad. La expectativas son completamente diferentes, y cuando decides probar a hacer un trabajo autentico, algo real... resulta que no es mucho mejor que ese pintarrajo a pie de página.
Solo los niños usarían un argumento tan banal como el "No me importa lo que digan los demás". Porque, ¿sabes una cosa? Si importa. Importa mucho, ya que no tenemos otra forma de conocernos a nosotros mismos sin reflejarnos con el resto.
Es cierto que los lobos en ocasiones, cuando dejan de ser útiles en su manada, se convierten en seres solitarios hasta que encuentren su lecho de muerte.
Los ciegos también tienen cosquillas, idiota. Y mis ojos están perfectamente, quitando la miopía, aunque es otra historia.
Está loca, sí, pero es una de esas locuras divertidas en lugar de una de esas sátiras con seña que el universo representa tan asiduamente.
La emoción del juego, su riesgo, la posibilidad de ser descubierto haciendo trampas y castigado de consecuencia.
El momento que decidí aprender a tocar fue cuando alguien me dijo que con dedos gruesos... Nunca llegaría a tocar ningún instrumento.