Frases de Hellsing

Cuando tiré la sangre por el váter mi madre habría dicho, ¡con la de vampiros que se mueren de hambre en África y tú tirando la sangre!

Bebe la sangre bajo tu propia voluntad, camina en la noche con tu propio poder.

Una excelente declaración de guerra. ¡Muy bien! Los destruiré cuantas veces quieran.

No debiste venir aquí, católico.

Tu dios es quien garantiza nuestra locura, ¿pero quién garantiza la cordura de tu dios?

¿Monstruo? Me sorprende que alguien que se divierte con la muerte de su propia especie sea capaz de llamarme monstruo.

Como añoro esa sensación... Como añoro el olor a sangre inundando las calles...
El olor de los corazones en mi boca... El sonido de los huesos romperse en mis manos... Como añoro la presencia de la muerte a cada paso... Las caras de terror... Los gritos de sufrimiento al ser desmembrados vivos... Las vísceras esparcidas por el suelo... Los ojos llenos de dolor... Sus gritos suplicándome clemencia....

El que sufre por su prioridad conocerá su herencia eterna.

Que tal un duelo a muerte sacerdote Judas.

Tú, perro de Hellsing, eres una criatura indigna, un ser abominable, que no merece pisar la tierra que Dios creo, con estas hojas sagrada aniquilaré tu existencia, enterrándote de nuevo en las tinieblas para luego machacar tu impio cuerpo y esparcir tus cenizas y santiguar la sagrada obra de nuestro señor todopoderoso. Amen.

Es para poder saborear la alegría de la guerra por siempre, por la siguiente guerra, y por la guerra después de esa.

No soporto a los de tu clase. Aún te falta amor propio para llegar a ser un vampiro, gusano necrófago. Dudo mucho que sepas que eres. Yo tengo mis motivos para servir a mi ama humana. Pero eso no es asunto tuyo.

Envejecer es algo que disfrutamos mucho.

Caballeros... A mi me gusta la guerra...

Eres un idiota que crea esclavos para que hagan el trabajo sucio por ti. Un cobarde y un incompetente, incapaz de hacer las cosas por ti mismo. ¡No mereces ni los pozos más profundos del infierno!

Para gobernar en el reino del mundo, para hacer la paz y escribir las leyes, para ser generosos con los obedientes y despiadados con aquellos que están en su contra.

Nuestra misión es exterminar a los tontos que van en contra de Dios. ¡Aplastaremos todo, hasta el último pedazo de carne! ¡Amén!

Solo los humanos tendrían la voracidad de ver a sus compañeros asesinados.