Frases de Death Parade

Tengo respeto por la gente que vivió su vida al máximo. Y además... su comportamiento y sus opiniones son beneficiosas... y la encuentro fascinante.

Cuando vino a Quindecim... podía recordar que estaba muerta.

Sólo la puse a dormir. ¿Es tan valiosa para ti esa mujer?

-¡Dejénme salir de aquí! ¡¿No les importa lo que le suceda a él?!
-¿Podemos conversar?
-¿Qué?
-¿Conoce la historia "El hilo de la araña"?
-¿Eh? ¿Qué demonios estás preguntando? ¡¿Q-qué es esto?!
-Buda tiende un hilo de araña hasta Kandata, quién está en el infierno. Todo porque, una vez, había perdonado a una araña. Kandata, quien añoraba el Paraíso, comienza a trepar del hilo. Sin embargo, otros pecadores comienzan a seguirlo... y Kandata, con miedo a que se rompa el hilo... se asegura de que los otros pecadores caigan.
-¡¿A quién le importa?! ¡Cierra la boca! ¡¿No entiendes la situación?!
-Hubiera sido mejor... que no se les hubiera permitido verlo en primer lugar.

-¿Cuándo seré capaz de cambiar las cosas?
-¿Por qué no le preguntas a Dios?
-Hace mucho que ya no hay un dios.

-Bien, terminamos.
-Nona, un juego más.
-No puedo. Tengo que irme. Hay varios supervisores en la torre, ¿no? Llama a uno de ellos.
-¡Pero quiero que seas tú, Nona!

Es con esto que alivio el aburrimiento.

Eres muy seria. Te pareces mucho a Decim, tal y como lo imaginé. Estoy seguro que sufriste mucho. Aliviar un poco el aburrimiento ayuda mucho. Los árbitros no pueden dejar de hacer juicios.

-¡Que ninguno se mueva!
-Señor...
-¡Cállate! ¡Lo recordé! ¡Esa forma extraña en la que hablas...! ¡Sabía que lo había escuchado antes en algún lugar! ¡No pasaré por lo mismo nuevamente!

¿Señor? ¿Hay algún problema? ¿Señor? ¿Hay algún problema?

Si me siento complacida y empiezo a holgazanear, aunque sea sola una vez... todo comenzará a desplomarse desde ahí.

-Sin embargo, no necesitas ir a recibirlos.
-¿Eh? ¿Por qué no?
-Algo... es extraño.

Bien, ahí van.

-El juego ya ha terminado.
-¡Eso no me importa! ¡Suéltame!
-Lo siento mucho. El resultado ya se ha decidido.
-¡Déjame golpearla! ¡Maldición, suéltame!
-Lo siento.

Tienes razón en eso. Verás... hay alguien más a quién amo. Quiero decir, debe haber, ¿cierto? ¿Quién crees que se enamoraría de tí? ¿Es que acazo estás mal de la cabeza? ¡Obviamente estaba interesada en tu dinero!

-¿Estamos muertos? ¿Cómo sucedió esto...? Yo sólo... quiería tener una hermosa familia... Sólo quería protegernos... ¿Maté a mi propio hijo? ¡Eso es absurdo! ¡Por favor, ayúdanos! Tú eres Dios, ¿cierto?
-Sólo soy un árbitro.
-¡Por favor! ¡No hay forma en que algo así de loco suceda!

Sí. Ambos están muertos. Luego de sus muertes, las personas van o al cielo o al infierno. Quindecim existe para decidir a donde irá cada quien. También está la condición de que sólo aquellas personas que murieron en el mismo instante son invitadas a venir aquí. Siento mucho el no habérselos dicho antes.

Todo esto... es inútil. Dime, nosotros estamos muertos... ¿cierto?

Felicitaciones. La señorita Machiko es la ganadora. El juego ha llegado a su fin. Por favor síganme.

-Si lo que quieres es no sentir dolor, no des en el blanco.
-¿Qué?
-Si fallas con todos tus dardos, el juego terminará pronto.
-Oh, cierto. Podemos hacer eso, ¿no?
-Aunque si lo haces, la señorita Machiko será la ganadora.
-¿Perderé?