Olvidarás a la chica que exploró la escuela. A la chica que ayudó a una niña perdida contigo. A la chica que esperaba cuando salió del hospital. ¿La olvidarás?
¿Por qué? ¿Por qué dices eso? Después de llorar y llorar, de regañarme y devolverme por la fuerza a un escenario... Después de mostrarme tantos paisajes que no quiero olvidar...
"Eres muy raro". "Vienes a visitarme al hospital, pero no dices ni una palabra". "¿Te suicidarías conmigo?".
Lo siento. Después de dejarte caer, no merezco ser una violinista. Lo siento. Quédate conmigo un poco más.
No. Kousei Arima no está hecho de metal. No tiene un corazón de acero. Porque sus manos son cálidas. Cada vez que las toqué... sentí mucha nostalgia.
Yo... emprenderé un viaje. Buscando la lluvia de aplausos... Persiguiendo el momento en el que mi música llega al público. Persiguiendo tu figura vista desde detrás. Hasta que llegue el día... en el que pueda caminar a tu mismo nivel.
Si pese a eso toque mal. Este soy yo ahora. Así soy ahora. Mozart dijo que emprendiéramos un viaje. No sabemos lo que nos espera más adelante, pero... Ya empezamos a caminar. Todavía estamos viajando. Así es, soy un músico, como tú. Por eso avanzaré.
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Es gracias a las adversidades que se puede saber si es una estrella de verdad o no. Eso me dijeron. Las estrellas brillan por la noche.
Cuando hablo contigo, a veces me entristezco, a veces me tranquilizo... Estoy tan confusa que parezco tonta.