Ya sé que es una estupidez. Pero mi objetivo no es ir al extranjero ni el concurso de Chopin. Mi objetivo es Kousei Arima. Los concursos en los que él participe.
Un rival es algo especial. Especialmente para un adolescente en plena pubertad. Hace mejorar mil veces más que las enseñanzas de cualquier otro.
La canción no importaba. Si participaba en el concurso... no importaba en absoluto. Sentir este ambiente lo estimulará, quiera o no. Es imposible que no le provoque nada.
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Yo solo quería hacerte feliz... Quería jugar con Tsubaki y Watari, pero aguanté y aguanté los golpes y practiqué. Yo solo quería que te mejoraras, mamá. Solo quería hacerte feliz... Y aún así... ¡Puedes morirte!
No puedo recordar bien la cara que puso mi madre en aquel momento. Es como si hubiera un agujero negro abierto de par en par.
Cuando tenía 5 años, fui a ver la actuación de piano de una amiga. Cuando estaba a punto de dormirme del aburrimiento, él subió al escenario. Estaba tan tenso que te ponía nervioso. Después supe que era la primera vez que tocaba frente al público.
Estaba pensando en qué estaría haciendo, y por fin apareció. ¡Esta vez te daré una buena paliza, Kousei Arima!.
¿Crees que mamá me perdonará? ¿A mí, que intenté olvidarla por todos los medios? ¿Está bien que siga tocando el piano?