¿Entiendes la desesperación... de cuando aquel que creías que era azúcar pura, resulta ser un pedazo de carne podrida?
¿Quién podría amarme tanto tanto como para abandonar su preciada vida? Si alguien se ahogara y se hundiera en el mar por mi amor, entonces podría liberarme de esta piedra y volver a vivir, volvería a la vida, pero si alguna vez yo fuera a reencarnar, y si se me concediera lo que es mas preciado para mi, será cuando llore en mi soledad, lloraría en mi soledad buscando lo que fue mi piedra, incluso si mi sangre se añeja como el vino ¿Qué es lo que seria de mi? Así, la persona que yo mas amo no podría volver de las profundidades del mar.
¿Qué pecados he cometido? ¿Qué tiene de malo? ¿Qué tiene de malo vivir en una ilusión? ¿Por amar a una existencia que no es humana? ¿Esta es la forma en que seré tratado por amar?
Para salvar aquellas almas de las vasijas malditas, aquel hombre corrompido tuvo que ser revivido, tienes la oportunidad de redimir tus pecados, porque tu me amaste, y has heredado el alma y el destino del asesino por beber de mi sangre, sálvame.
No debes pensar en cosas que no necesitas saber, ellos vienen a ti porque buscan venganza, no necesitas pensar en cosas sin sentido, lo único que debes hacer es soportar el sufrimiento.
Sobre la colina, donde el sol veraniego se oculta en un rojo carmesí, yo no estoy ahí, ni debo estar ahí, sin una mirada de su rostro o sin decir adiós, el amor florece en mi corazón, pero me alejo hacia un lugar distante, con un arrepentimiento que aparece en mi corazón, como un fuego fatuo, me adentro mas en la oscuridad... Cometí un pecado imperdonable, ¿Qué fue lo que le hice a esa inocente alma? Mas repulsivo que un violador, mas podrido que el veneno.
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Quiero dormir, pero no hay descanso para mi que he traicionado su amor, siempre pensando en su corazón traicionado, siendo golpeado por un gélido suspiro, afligido por la interminable pesadilla de mis pecados, los días en que podíamos hablar de corazón a corazón no volverán, nunca.
Sacrificarse por la belleza y morir por ella es el destino de aquellos que son elegidos por la misma belleza.
Todo puede volverse uno, todo lo que es puro puede, como un ave con sus dos alas, tal como el cielo y el mar se hacen uno a la distancia.
Incluso si mi sangre se añeja como el vino, ¿de que podría servir? Ella no traerá de vuelta al que tanto cuidó de mi desde lo profundo del mar...