Como soberano supremo de los vikingos, soy yo quien debe desafiar la voluntad de Dios. Y entonces los subyugaré, y consolidaré sus fuerzas. Todo para forjar un camino al paraíso, no hay otro que es capaz de dicha obra. Es por eso que necesito el poder, voy a combinar la fortaleza dispersa de los seres humanos para combatir con Dios.

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