Recuerdo su rostro. Aguantaba sus lágrimas, era un hombre feliz en lo más profundo de su corazón por haber encontrado a un ser humano vivo. Tenía una perfecta expresión de alegría, me parecía que el que había salvado, no era yo... si no aquel hombre. Y a si a la puerta de la muerte, llegue a envidiarlo, ya que expresaba... todo su agradecimiento.
Publicada por
La frase ha podido ser editada después de que se haya enviado a moderación.