Entonces ya tienes tu respuesta, ¿no? las personas son personas, no son más que sabandijas que dependiendo de la situación se volverán ángeles o demonios.
Aunque no haya nada más adelante, aunque solo quede desesperación, al menos quiero caminar por el camino que elegí para mí mismo.
La libertad es que tu corazón sea libre. Hacer lo que quieres cuando quieres y ser responsable por lo que hiciste.
¡Es maraviloso! ¡Esta pelea entre tú que puedes matarme y yo, está escrita por el mismo destino! ¡Dioses del Olimpo! ¡Den honor y fama a esta lucha! ¡Nuestra pelea será otro día! ¡Ese día conoceré tu rostro!
- Mi nombre es Karna, hijo del Dios del Sol, si no tienes miedo de mi lanza, atácame. - Soy el Caballero Sangre de Dragon, Siegfried, ¡listo para la batalla!
- ¿Qué crees que son aquellos que no cumplieron sus metas? - Bueno, supongo que algún fracasado igual a mí. - Son accidentes humanos. Nunca tuvieron suficiente talento.
No quiero cumplor el deseo de otra persona. Solo quería cumplor mi deseo. Aunque sea egoísta. No pude dejar de querer eso. Al menos una vez, quería salvar a alguien por voluntad propia y enorgullecerme por eso. Sin que me lo pidan o alguien lo desee. Siempre quise hacerlo.
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- Que horrible. Ese Berserk nació para luchar. Su existencia esta controlada por la muerte. - Es increible que siquiera hable ¿Me entendera si hablo con él? - Las esperanzas son pocas. En sus ojos solo se refleja odio.
- Mater... Ane-san ¿has visto a nuestros Master? - No. Solo he conocido al cura, Master de Semíramis. - Siento su poder y sus ordenes son transmitidas, pero no puedo ver su forma. Es una situación extraña, ¿no? - Es obvio que los magos permanezcan ocultos. Aunque me parece algo cobarde.
- ¿Crees que debemos dejar pasar esto, Rider? - Pienso que la rara es usted que piensa que puede hacerle cambiar de opinión, ane-san. - Mi nombre es Atalanta. Deja de llamarme hermana, Aquiles. - Es un apodo cariñoso, no te molestes.
- Nuestros enemigos no tienen problema en atacar en plena calle. Además, mi Hougu es de alcance, no puedo involucrar al pueblo en mi pelea. - Si, si, me esforzaré por no dañar a los inocentes, Rey. - ¿Eh?¿Qué acabas de decir? - Rey. Ahora mismo llamaste pueblo a las personas normales ¿no? Solo las personas importantes pueden llamarlos así. Además, tu deseo es volverte rey ¿no? Si es así, no creo que haya problemas con que te llame así ¿verdad? - No... claro que no.
- Tengo que decirtelo ahora entonces. Seré directo, solo podrás vivir 3 años más. - Lo sé. - Eres un homúnculo, en cierta forma, tu existencia es perfecta. Por eso deberías pensarlo. - ¿Pensar? - Qué harás con tu corta vida.
Ruler ha entrado a Rumania. Va hacia Trifas. Nosotros hemos traído al Lancer. Con su poder, aunque ella sea la predecesora, no podrá contra él. Bien, esperemos por ahora.
- Parece que los Negros ya se han unido. Su Lancer es Vlad III, el Empalador. Uno de los más peligrosos entre sus Servant. - Asi que lo invocaron a él. - La fuerza de los Servant depende de su invocador. Por ejemplo, aquí en Transilvania él no fue invocado como un vampiro, sino como un héroe.