El cuento de hadas Parece que acaba de desvanecerse En esta sala de hospital, no puedo cantar libremente En la noche envuelta en la niebla, aparece la luna roja Ey, mírame No apartes la mirada Tras los negros barrotes de una celda Fue donde nací Deseo pagar por mis pecados De acuerdo, me concederé esa justicia Ya que tanto lo deseo Destruiré esa maldad antes de ser destruido por ella Pagaré el precio por mis acciones E iré contigo, monstruo sin nombre.
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- Anastasia: La única criatura en la tierra que habría decidido irse sin hacer nada a una chica, solo puede ser un virgen. - Akito: Lo haces sonar como si los vírgenes fueran una especie extinta.
Kurisu: Basicamente lo que hacen es forzar algo muy grande a entrar por un agujero muy pequeño. Daru: Oh, que obscena. Kurisu: ¿Cómo obscena?...¡pervertido! Daru: Tienes una gran imaginación.
Cuando sea que algo pase, llámame. Aunque sea cosa de nada. Si lo necesitas... puedes llamarme. Siempre contestaré... Siempre escucharé... No importa cuan trivial sea... Si es por ti... Haré cualquier cosa.
Todo lo que puedo oír es mi propia respiración.. El sonido de inhalar, el sonido de exhalar... Por tanto tiempo, no podía oír esos sonidos... Éstos son los sonidos de mi presencia.