Mi batalla horrenda es por tu culpa. Mi obsesión con permanecer con vida también es tu culpa. Tú me apegaste al tiempo que pasé contigo.
No importaba cuáles fueran las pruebas y aflicciones que pudiera tener... Recordar tu sonrisa me dio la fuerza para seguir adelante.
Esperé este día durante dos años. ¡No me aburro en absoluto! ¡Puedo darlo todo! Hay unos tipos increíbles a los que puedo enfrentarme con todo. Soy feliz.
Los aliados no son los únicos que te apoyan. Se aprende y obtiene mucho de los rivales. Puedes aguantar la soledad esperando el día en el que vuelvas a verlos. Los competidores se apoyan incluso entre rivales.
Quería decir algo genial, pero no se me ocurre nada. Bueno, supongo que cómo somos músicos debemos comunicarnos con la música.
El sonido de las tijeras que permanece en los oídos. Su pelo grueso. Ese paisaje tan ordinario pasa frente a mí. Me alegraría saber que esa época también fue importante para Kousei.
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Al verte esforzándote al máximo, el corazón gris de Kaori se llenó de color. Así que gracias, Kousei Arima-kun.
Si sigo deprimida y me rindo, no podré mirar a la cara a mis padres, que me criaron. Es mi vida. Si me rindo... sería una pena.
Aunque sea penoso, aunque sea en vano. Resistiré... resistiré y resistiré. ¡Resistiré todo lo que pueda! Soy como todos ellos.
En Abril conocí a un chico. Llora y se resiste penosamente, pero sobre el escenario brilla como una estrella. Su vida es como una hermosa melodía. Le hice una promesa a ese chico. Que volveríamos a tocar juntos. Por eso... yo también me esforzaré al máximo.
Es gracias a ti, Arima-kun. Kaori, que estaba a punto de darse por vencida, empezó a caminar de nuevo. Paso a paso.