Ahora olvidarás todos tus recuerdos de haberme conocido. Mi rostro y mi nombre van a desaparecer de tu memoria. Pero si algún día te conviertes en mi enemigo y apareces frente a mi... en ese momento esos recuerdos van a resucitar... junto con el miedo...
Lo que quieres proteger a mi no me concierne. No me malentiendas Ichigo. Lo que tu quieres proteger, no es lo que yo quiero proteger.
Por tu propio bien... huye. Aún no quieres morir, ¿o si?. Ya no estoy interesado en ti. El capitán Aizen también estaría decepcionado de la misma forma que yo.
En la sociedad de almas, eras el único con una mente superior a la mía. Aún si nuestras fuerzas ya no son iguales, aún te encuentro interesante.
- Urahara: ¿A quién estás mirando? - Aizen: A ti. Te miro pensando que tu falso sentido de preocupación es parte de tu estrategia.
Qué patético. ¿Eres... así de débil?. Tu máscara aún es frágil. ¿Es lo mejor que una hollowficación puede hacer?. Al menos en ese entonces... eras más aterrador.
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Te estaba esperando, quería decirte, no cortarán los cerezos de aquí, finalmente fue decidido. Tardó mucho, es un objetivo al que no podía renunciar. Ahora, finalmente se hizo realidad, pero perdí mucho, los meses que hubiera podido pasar con la persona que amo. Te amo, Incluso te amo más que antes.
Si ves a tus aliados perder esa es tu oportunidad, acaba con el enemigo por la espalda. Si el enemigo es tan fuerte que no puedes ni hacer eso, solo observa como tus aliados caen asesinados.
¡Entonces se más fuerte! Si vas a ser tan terco, debes ser fuerte. Si quieres luchar debes ganar aunque mueras. Eso es lo que significa empuñar un arma.
Cuando entras al Gotei 13 debes obedecer las órdenes. Aunque eso signifique ¡Destruir tu obstinación y tu orgullo!
Un capitán nunca deja que los subordinados paguen los daños de la batalla. Aunque signifique pagar de su propio bolsillo.
Escapé… porque tenía miedo de luchar contigo… Regresé… porque tenía miedo de huir yo sola para salvar mi vida… Te atravesé con mi espada… porque no soportaba verte sufrir.