Frases

Sigue adelante, incluso si es solo un pequeño paso.

¡Tan sólo mira esto desde el cielo vieja! ¡Ya no soy esa basura de hierro que conociste! No sé si tengo una vida con significado como querías... Pero... ¡Hay gente que quiero proteger! ¡No, qué voy a proteger! ¡Ese es el significado de mi vida!

Porque solo aceptaré chocolates de la persona a quién amo.

A ti no te quedan las flores blancas ni los vestidos discretos. A ti te queda bien el color rojo de la pasión, como el lycoris que arde en la tierra. Tía An. Que descanses. Madame Red.

Los humanos son débiles a la tentación. Cuando se encuentran en el abismo de una desesperanza parecida al infierno y se aparece una salida, tan fina como el hilo de una araña, se aferran sin falta.

Oh mierda... Chocolate hecho en casa por mi hija cuando mi cuerpo está exhausto por el trabajo... ¡Podría llorar...!

Este cuerpo y esta alma, hasta el último de mis cabellos, pertenecen a mi amo. Mientras el posea el contrato, el obedecer a sus ordenes es el arte de un mayordomo.

Yo que todo lo perdí. Y a pesar de que tienen... lo que yo no podre recuperar, esas mujeres que lo desechan tan fácilmente. Yo las teñiré... rojo... todo de color rojo. Con estas manos.

Todo... se va alejando de mí... Las personas que quiero... las personas que llegaría a querer... Todo se va tiñendo, todo se tiñe del color rojo que tanto odio.

Por más que logre vengarme, los muertos no volverán a la vida. Tampoco se alegrarían.

No se puede ver el mundo de ensueño con los ojos, tienes que sentirlo con el corazón.

No te escondas tras las nubes. Cae sobre mí y golpéame. Me parece perfecto que armes todo el escándalo que quieras. Quiero que un rayo me abra los ojos... Me atraviese el corazón. Soy yo quien tiene miedo. Aquí, en esta llanura sin ningún árbol a la vista, no hay donde escapar.

Parece que cayó muy lejos. El eco del trueno resonaba vagamente, desapareciendo. El pararrayos se agitaba en el suelo, como tratando de decir "no lo he oído".

¿Un viaje escolar? Otro evento más para romperle la cabeza a la Kaichou supongo.

Perdí la confianza en mis propias decisiones.

Estoy segura de que Kou... tiene sus propias razones para decir algo tan triste.

Creo que las personas que quieren renunciar simplemente renuncian.

No puedes confiar en la gente que se hace tu amigo apenas os acabáis de conocer.

- ¿Crees que te voy a dejar y después de decirme algo tan lindo como eso?
- Sabes, he pensado en esto por un largo tiempo, pero debe haber algo muy mal con tus ojos.
- Tal vez.
- Porqué...
- "Los primeros amores nunca duran", ¿aún sigues creyendo en eso? Deberías solo intentar enamorarte de nuevo, de la forma correcta. SI te enamoras bien desde un inicio, ¿no sería entonces, de algún modo, tu primer amor? Ademas... te has estado enamorado desde hace un tiempo, ¿verdad?
- ¿Quién... dice eso sobre sí mismo?
- Entonces elígeme. Si un imbécil terco como tú se va a enamorar con alguien más, estoy mejor hecho para ti que cualquier otra persona. Tengo una hija pero creo que es un punto a favor.
- ¿Un punto a favor..?
- Aceptaré cualquier cosa sobre ti. No tienes que olvidar cómo lo amabas. Esos son sentimientos preciados, así que aférrate a ellos.
- ¿Qué..?
- Dije que te aceptaría incondicionalmente. No tienes porque cambiar ni un poco.
- Solo tú sabes que vengo con mucho equipaje.
-Sí, lo se.
- Soy malhumorado, y hago enfadar a la personas.
- ¡Dije que está bien! Esa es la parte molesta de ti de la cual me enamoré. No hay nada que podamos hacer al respecto.
- ¿Y estás bien con el hecho de que soy quisquilloso y me pongo celoso fácilmente?
- Si estás seguro de que te aman, entonces no hay razón para que te sientas de esa manera. Y estoy perfectamente bien de que seas celoso. Y esto prueba cuanto te importa.
- No te perdonaré si me dejas a un lado, ¿sabes?
- Entendido.

¡Gon, quiero decírselo a todo el mundo! ¡Este es Gon! Un chico al que le doblo la edad, pero a quien le debo la vida. Siempre he evitado el peligro y el riesgo, escondiéndome en una jaula donde nadie pudiera hacerme daño. Me odiaba por eso. Pero no podía cambiar solo. Mis amigos y maestros me dieron su apoyo, pero no confiaba en ellos por no creer en la doctrina de la fuerza. Pero, de algún modo... ¡Un chico con la mitad de mi fuerza ha podido romper mi jaula! ¡Sobreviviré y te daré las gracias!