Frases

Soy una persona horrible. Seguí dándole esperanzas a Kin-chan, pero lo que salió de mi boca fue "Irie-kun". Me preocupe por ello y luego decidí rendirme, y aún así... Creo que Irie-kun es el único para mí.

Nada nunca es perfecto.

Una vez que esas palabras salen de sus bocas, nunca podrán recuperarlas. Las palabras son como espadas, si las usan mal se convertirán en armas peligrosas. Hay casos de amistades rotas que podrían haber durado toda la vida si no hubieran sido por las ofensas. Una vez se rompen sus lazos, no se volverán a ver de nuevo.

Cada vez que mi corazón estaba a punto de romperse, miraba ese amuleto de la buena suerte, y recordaba tu sonrisa luminosa y los días brillantes que la rodeaban, y así encontraba la fortaleza para seguir dando lo mejor de mí.

Todas las personas nacimos destinadas a algo, pero todos compartimos un mismo destino, la muerte.

Las flores son efímeras... Aunque uno, queriendo de buena fe protegerlas de la lluvia y el viento, las cubra con todo su empeño, las flores echan tanto de menos al sol que acaban marchitándose... Y, aún en caso de tempestad, esa protección resulta ser tan débil que no sirve como escudo... ¿Lo has entendido... Kudo?

El miedo a la muerte es peor que la muerte misma.

Cero es donde empieza todo. No nacería nada si no partiéramos de ese punto. No se lograría nada...

La derrota de hoy es la semilla para la victoria de mañana.

Durante esos tiempos difíciles, lo que me ayudó a salir adelante, fuiste tú.

Ese es el mundo que has creado, un cielo privado en los huecos de tu mente.

Eso.... para mí es ahora algo del pasado.

Este destino debe de haber estado esperándoles desde mucho antes de que siquiera se conocieran. No eran unos meros barcos a la deriva en plena noche. Tampoco era que no se entendieran el uno al otro. Ellos se entendían mutuamente mejor que cualquier persona, y ambos se concentraron únicamente en el otro.

- Makishima: Dime, ¿qué opinas, Kougami? Cuando todo esto haya acabado, ¿serás capaz de encontrarme un sustituto?
- Kougami: No. Y espero jamás hacerlo.

La gente siempre ha detestado el mal y ha buscado una forma correcta de vivir. La ley es el cúmulo de sentimientos de esas personas. No son los recursos ni el sistema. Son los sentimientos frágiles e irreemplazables que todos llevan en su corazón. En comparación con el poder de la ira y el odio, es algo que puede romperse fácilmente.
A lo largo de los siglos, la gente ha rezado por un mundo mejor. Para que esas oraciones sigan teniendo un significado, tenemos que hacer todo lo posible por protegerla hasta el final. No podemos renunciar a ella.

Te veas como te veas, siempre serás tú. No soy un hombre que caiga por imágenes superficiales como esa. La gente... ¡Es puro corazón!

Cualquier imbécil tan rudo como para golpear a una dama, necesita que le enseñen modales.