Frases de La princesa Mononoke

Voy a enseñaros cómo se mata a un dios. Un dios de la vida y la muerte. El secreto está en no temerle

Te prometo que no te olvidaré mientras viva

Vengo para ver con claridad, sin odio

Los árboles gritan de dolor al morir, pero tú no puedes oírlos.

Querer todo entre el cielo y el infierno es de humanos.

Me da igual que la sociedad me llame monstruo, porque para él soy su princesa.

No puedes pelear contra los tontos.

La vida es sufrimiento y dificultades, el mundo y el hombre están malditos, pero aún así insistimos en vivir.

Cuando cortas la cabeza a un lobo, ésta aún puede morder.

Hay muchos fantasmas muertos a nuestros alrededor, muertos por la guerra, la enfermedad y el hambre. Y a nadie le importa.

No me importa morir, con tal de alejar a los humanos del bosque.

El espíritu del bosque da la vida y la quita. Es privilegio suyo.

Tú serías idiota aunque fueses mujer.

Aún decapitada la cabeza todavía puede morder.

Hace muchos años, la tierra estaba cubierta por bosques... donde, en épocas pasadas, vivieron los espíritus de los dioses. Por mucho tiempo, hombres y bestias existieron en armonía. Pero el tiempo pasó y la mayor parte de los bosques fueron destruidos. Bestias gigantescas cuidaron de los bosques que sobrevivieron, guardando lealtad al Gran Espíritu del Bosque. Aquellos eran días de dioses y demonios.

La valentía que te mueve a cambiar el mundo, es el miedo a la maldición que el mismo.

Primero le robáis el bosque al jabalí y lo convertís en un diablo vengativo y ahora pretendéis alimentar más odios.

El está ciego, yo me encargaré de ser sus ojos.

Los tontos siempre ganan.

La verdadera familia ve más allá de los lazos de sangre.