A pesar de saber que todo ha terminado, no puedo hacer un movimiento, hasta que encare la fría y dura evidencia.
Si eres un hombre, dejarás de perder el tiempo en esas peleas inútiles, en su lugar, apunta a algo grande y magnífico.
Mayufu: Entonces, ¿qué sabes tú de comida? Takaomi: ¡La comida es amor!, lo que significa que si me amas, comerás lo que sea que cocine.
Otras personas pueden pensar que mis razones son estúpidas y que no valen la pena, pero para mi, sí es algo que es prioridad sobre todo lo demás
Y en ese país de ensueño para niños, un día apareció una salvadora. Eras tú, Kurosaki-san. Originalmente pensé que solo eras otro fiasco de estudiante transferida y antes de que me diera cuenta, habías creado el club disciplinario, incluso arrastraste a Okegawa-san para que se convierta en tu aliado y uno después de otro, te llevaste a esos niños fuera de esa habitación.
Hablando de venganza, no hay nadie que tenga esas expectativas de ti. Siempre pareces estúpida. De regreso al tema original, tú originalmente eres muy débil. El no haber perdido hasta ahora puede ser considerado un milagro. Es cierto, despierta, eres muy débil. Nunca menos, alguna vez estuve temeroso por ti. No importa cuántas veces te golpeara, tú te levantaba y saltabas a mis brazos. Poseías esa clase de odiosa perseverancia. Esa es tu fuerza.
Consigue recompensas exclusivas en Freakuotes Como tener acceso a las imagenes con frase que publicamos cada semana ¡Además de otras recompensas exclusivas! Quiero saber más
Hayasaka-kun está... mirándome con ojos destellantes. Es como si me mirara... y viera a alguien grandioso. Soy feliz... no... debería ser feliz... pero no soy feliz del todo. Me siento muy sola... entonces finalmente me di cuenta... que no quiero ser venerada por Hayasaka-kun. Deseo ser su amiga.
Aquella vez, a pesar de que sentía que mi corazón estallaría, corrí como un loco. No lo sé, sentía que debía hacer lo que pudiera. Ese sentimiento... no me arrepiento en absoluto.
- Era como un hermano mayor salvaje que empujaba a las niñitas y las mandaba volando. - ¿Volando? ¿A las niñitas? - Aparentemente aun así corría muy feliz detrás de él. - ¡Así que eras ridículamente resistente desde entonces, huh!
- Takaomi: Ve afuera y pelea con él. - Mafuyu: Takaomi-kun, ¿escuchaste algo de lo que te dije? - Takaomi: Claro que entiendo, pero, ¿acaso quieres ser una mensajera para siempre? - Mafuyu: Obviamente me dijiste que eligiera una opción por mí misma. - Takaomi: Cambié de opinión, además, ¿no te importa? Una persona aparte de mí está tratándote como mensajera. Tú, infiel.
Un ligero, bien parecido y con una afición hacia las chicas que causa problemas frecuentemente y es un molesto parásito. Pero, oye, Kenkawa, creo que entiendo la razón por la que me dijiste que fuera cuidadosa y no me metiera con Shibuya... yo también soy incapaz de deshacerme de él.
Antes, pensaba que su forma de percibir los sentimientos de otras personas eran lenta, pero ahora veo que no es sólo eso. Este chico... con sus propios sentimientos es muy lento.
En lo que crea Hayasaka-kun, tanto si es santa o su héroe, jamás traicionaré la confianza de Hayasaka-kun. Me convertiré en un héroe.
- Mafuyu: Yo tampoco quiero que el banchou desaparezca. Siempre creí que sería capaz de verte en el colegio el próximo año... porque Midori Ga Oka sin el banchou, realmente soy incapaz de imaginarlo. - Okegawa: (pensando) Esas cosas... - Mafuyu: Sería mejor si yo hago equipo con Kawauchi y te detenemos juntos. - Okegawa: (pensando) ... cuando lo dices en voz alta suena a traición.
Banchou... la impresión que tenía de ti ha cambiado drásticamente... pero... en vez de mandonearme... me haces querer ayudarte.