Frases de Berserk

Las cosas que las personas convierten en su mundo se deben a lo desconocido. Debido al miedo, los humanos crean otros, otras religiones, otras lenguas, otras tribus y establecen clases y rangos. Aquí y ahora, encontramos todo lo que la gente había ignorado, y entonces, incluso su conocimiento es insignificante comparado con el desconocimiento definitivo.

La vida y el mundo son oscuridad. Dentro de la oscuridad, donde no se puede ver nada, asustado, amenazado, retorciéndose y arrastrándose, lleno de ignorancia... Eso es la vida.

Él dice que "es el deber de una mujer calentar a un hombre".

Es una lástima, pero los humanos no pueden cambiar lo que pasará en esa fiesta.
Ya estamos en la corriente del destino.

El murió haciendo lo que quería hacer, sin importar lo que eso fuera. El fue feliz. Claro que si mueres, hasta ahí llegó tu felicidad.

¡Espero que mueras en batalla!

Escapaste para quemar tu cuerpo en tu propio odio.

Un Dios teniendo incluso los apóstoles ajenos a la humanidad y hacerlos sus alas con los ojos fijos en el futuro.

Esta cosa era demasiado grande como para ser llamada una espada. Demasiado grande, gruesa, pesada y áspera; parecía mas un gran trozo de hierro.

¡Las personas deberían luchar para sobrevivir!

¿Intrascendente? ¡No me hagas reír! Estas ahí de pie parado ahora mismo gracias a mi... ¡Gracias a que ahora estoy todo el tiempo rodeado de la muerte por tu culpa! ¡Gracias a que me arrastro en charcos de sangre día tras día! ¡Gracias a mí es que puedes estar ahí haciéndote el dios!

Estoy acostumbrado a luchar para sobrevivir, pero lo que empeora a diario es la presión para no morir. ¿Alguna vez he empuñado una espada tan pesada?

Hacer algo que no quieres solo porque te lo ordenan es débil.

Te mostraré el límite de los humanos. Así es... los humanos son seres miserables.

Solo porque naciste como noble, ¿puedes actuar como un dios?

No abandones lo que no puedes reemplazar.

Lucha... Sigue luchando hasta el final, luego sigue luchando. No hay mucha para tener que morir.

Los dioses otorgan un destino al hombre, pero la opción de aceptarlo sigue en manos del hombre.