Frases de Claymore

¿Qué pasa? ¿Acaso no es la hija del último yoma al que mate? ¿Busca venganza por la muerte de su padre?

No creo que el último yoma formara parte de la petición. No os cobrare por él, puesto que en parte me alegro de haberlo matado. ¿Estás contento? Esta es una aldea con suerte. Me voy.

No lo quiero. No una suma tan lamentable. La petición de una Claymore vino de otra aldea, no de la vuestra. Si hubierais hecho una petición de forma apropiada, habría costado 10 veces eso. Y como había 7 yomas, sería 7 veces aún más.

¿Luchamos para proteger a criaturas como esta?

No soy capaz de relajarme de ninguna otra manera... Tampoco quiero comida elaborada o de una suave cama como esta. ¡Qué patético!

Siempre creí que mi largo pelaje negro era el mejor rasgo que tenía.
Pero la gente en la que confiaba me vendió a la organización, y ese día lo perdí todo. "Morir como un mendigo o convertirme en herramienta de la organización"... no tuve muchas opciones. No era solo yo. Fue igual para todas las que se unieron. Nadie estuvo nunca dispuesto a llamar a la puerta de la organización. Mi cuerpo fue operado. Deje de ser humana y me convertí en otra cosa. En aquel momento, mi querido pelo negro, mis negros ojos. Todo el color... abandonó mi cuerpo, dejando solo estos brillantes ojos plateados.

Una mestiza creada por la organización... La 77 generación de Claymores... La guerrera número 182. No importa a cuantos yomas se enfrente, los mata sin mostrar su poder yoma. Por eso, su cara nunca se retuerce o se vuelve fea, y cuando lucha contra esas criaturas, luce una débil sonrisa. Se le conoce como "Teresa de la débil sonrisa"... la más fuerte de las Claymores.

- Asustaste a otra aldea... ¿no, Teresa?
- Sólo dije la verdad, Orsay. Nunca más ayudaremos a una aldea que no haya pagado. Sin importar lo que ocurriese.
- Es cierto. Pero, tal y como lo dices... parece como si fuéramos nosotros quienes enviásemos a los yomas.
- ¿Oh? ¿Quieres decir que no lo hacemos?
- Ten cuidado con lo que dices. Nuestro trabajo es cazar a los yomas. Nunca haríamos tal cosa.

Todos les tienen miedo a estas mestizas.

He oído que las de su clase tienen una norma acerca de matar humanos.
Es una regla irrompible. No pueden matar humanos, no importa cual sea la razón, incluso si es un accidente; si una de ellas rompe la regla, las demás Claymores querrán su cabeza.

No creímos posible encontrar a una bruja de ojos plateados en un sitio como este. Ni a una luchadora así de poderosa.

Tal vez no sea la mujer más fuerte. Más bien, el monstruo más fuerte.

La cantidad de yomas, tal y como son... es todo igual. Al final tendrás que encontrarlos y matarlos. Eso es todo.

¿Por qué os mantuvisteis ocultos por tanto tiempo? Debisteis mostrar vuestro poder en cuanto me visteis... ¿No creéis?

Sed cuidadosos porque cuando una aldea no paga, los yomas tardan pocos días en aparecer y acaban con todo. O eso es lo que he oído.

Un extraño hombre vestido de negro vendrá más tarde a por ello. Dádselo a él.

¡Ohh te di! No es momento para soñar despierta.

¡Idiota! No importa donde me cortes, nunca golpearas mi punto débil y no creas que tendrás otra oportunidad.

¿Bonita vista? ¿Te asustan las alturas? Bueno, no parece que estés disfrutando.
En ese caso... te dejaré bajar.