Frases de Gintama

Decide si buscas pelear o alguien con quien holgazanear. En ambos casos me encontrarás a mí. Si no te gusta la idea vuelve a entrenar.

Puedes volverte más fuerte, precisamente, cuando estás probando cosas nuevas, ¿no crees?

Se rumorea que durante su primera visita Madame Yagami aparece como una diosa de la fortuna. Y durante su segunda visita se transforma en una diosa de la muerte. Pero, ¿qué ocurre si visita un mismo lugar por tercera vez?

La invito a darse una vuelta por el Takamagahara, un refugio para los ángeles, donde podrán descansar sus alas.

Solo las mujeres estúpidas se enamoran de los chicos malos.

Hacernos notar significa ir de frente, blandiendo nuestras armas.

Un comandante no requiere fuerza para doblegar a sus camaradas. Solo necesita fuerza para proteger a uno de ellos.

Si puedo perder el tiempo peleando contra un compañero, lo aprovecharé mejor practicando.

Los perros callejeros tienen su manera de hacer las cosas.

Iban a ejecutarme. Y si así salvaba a mis compañeros no me importaba, eso pensaba. Pero cuando me salvaste me volví mas codicioso. Quiero volver a verlos una vez mas. Quiero tomar un trago con mi nuevo amigo. Todavía no quiero morir ni dejar que mueras. Así que ahora te lo pediré yo, préstame tu fuerza, para seguir con vida y volver a verlos. Mientras tú no mueras y yo tampoco no morirá ninguno de los dos.

Tú me cubriste primero. Ahora te toca a ti darme problemas a mí.

No tienen escapatoria. Ellos vinieron a rescatarte. Por tanto, la forma para salvarlos es muy sencilla. Basta con que tú mueras. Colaboremos para dar fin a esta estupidez.

Vine a rescatarte. No puedo permitir que muramos los dos por mi culpa.

No me responde. ¿Me estará ignorando como hace siempre? ¿O también habrá sucedido algo dónde está Nobume?

Que ironía. Ahora que empieza una nueva era y los samuráis están decayendo, esos mismos perros callejeros son nuestra ultima esperanza. No, ya no son perros callejeros. ¡Son unos nobles lobos!

El Bakufu dio espadas y una misión a unos matones para hacerles creer que eran samuráis con la intención de que los rebeldes y ellos se destruyeran entre sí.

Presten atención. Voy añadir un último artículo a la Kyokuchu Hatto. Hasta ahora se jugaron la vida siendo leales a sus 46 artículos. Pero aunque deban violarlos todos. ¡Sobrevivan!

Hijikata-san, no, subcomandante, dejo al comandante en sus manos.

A mi también me gustaría acompañarte pero por desgracias, debo cumplir el papel que me dio Kondo-san. Soy el capitán de la primera división del Shinsengumi, Okita Sougo. Mi papel es ir en cabeza y despejar al camino. Y tú eres el subcomandante demoníaco del Shinsengumi, Toshirou Hijikata, tu papel es recorrerlo sin mirar atrás.

Adelante. Limpiar excrementos de cuervos no es trabajo de la policía. Ve a limpiar los del gorila.