Frases de Gintama

Ahora será duro, pero lo peor aún está por llegar. Ten eso en mente y todo irá bien.

¡Ustedes no saben lo importante que es para el mundo interpretar un papel que remate los chistes!

Las preferencias de Zura por las mujeres casadas lo han puesto en problemas.

Estoy tratando de encontrar una manera de vivir sin trabajar.

Yo soy la última espada que protege al Shinsengumi.

Aléjate. Quita tus asquerosas manos de esa mujer.

Para proteger algo cualquiera puede sacar los colmillos.

Los seres humanos para sentirse mejor ven a alguien que está peor que ellos para convencerse a sí mismos de que les va bien.

Una mujer enamorada es como un lobo, no ven nada excepto lo que está al frente de ellas.

Todos los hombres son escoria.

-¿Esto es el fin? En vez de caer en manos enemigas, deberíamos suicidarnos y morir como guerreros.
-No seas estúpido. Levántate. Si tienes tiempo para pensar en un final feliz, ¿por qué no vivir felizmente hasta el final?

Aunque ella haya sido criada por gorilas, aún es una mujer.

El caballo en la montaña.

Hacernos notar significa ir de frente, blandiendo nuestras armas.

No puedo dar un solo paso, mi cuerpo no hace caso a lo que le digo. Esto es como cuando una rana queda paralizada al ser vista por una serpiente. En este caso, esa rana no era incapaz de moverse por miedo. Tal vez no era la serpiente la que no podía voltear la vista, era la rana. Tal vez la rana solo estaba fascinada, porque no era una serpiente lo que estaba viendo la rana, sino un dragón.

Recordad vuestro entrenamiento. Cuando se enfrentan a alguien que los supera en habilidad, sincronicen sus corazones, ataquen juntos... Y mueran.

Cuando un amigo está llorando, debes ir a llorar con él. Cuando un amigo está preocupado por algo, tu debes agachar la cabeza y preocuparte con él. Si eres un amigo, puedes compartir cualquier dolor con ellos, ademas si en algún momento un amigo toma un camino equivocado, es entonces aunque eso arruine tu amistad cuando debes detenerlo.

Por lo visto hasta aquí llegamos. Lo siento. Ustedes los samurái deberían perecer grácilmente junto a su Shogun, pero los obligamos a desaparecer en las sombras con nosotros.

Había dos cosas que quería proteger.
No quería perder ninguna de ellas, pero acabé en una situación en la que si no renegaba de una, perdería ambas.
Intenté proteger ambas.
Pero el resultado fue como si hubiese acabado con las dos.

Deberías agradecerme, no todo el mundo puede ver su propio funeral.