Han pasado décadas desde que ustedes los Amanto llegaron a la tierra, estremecieron nuestro sentido de valores por completo, desecharon la vieja era y trajeron esta nueva y caótica era, vivíamos nuestras vidas en un estado de miedo y confusión, pero ahora podemos decir que esos días no fueron en vano.
Vaya, vaya. Ordenaste la retirada, pero tu sigues ahí. Parece que comprendiste que mi plan era imposible de realizar ¿Ni siquiera todo lo que tenemos es suficiente para derrotar al país o al cielo? No imaginaba que actuarias de este modo.
No es solo Utsuro quien quiere que haya una guerra y no son los únicos que no van a acabar esto sin pelear.
No hay nada que reportar en Edo. La terminal esta destruida, esta destruida por doquier pero esta ciudad esta ilesa. Nuestra amada Edo, esta aquí.
Tojuou y compañía me lo mostraron de primera mano, si vas contra ellos de acuerdo a sus términos no vamos a tener posibilidadades, nos harían pedazos con un solo ataque y si los atacaramos seria inútil.
Desafortunadamente no puedo recordar tener algún subordinado lo suficientemente tonto para alzar la mano a una mujer respetable o a una ordinaria como esa, pensé que sería mejor ponerle un final a esos pobres diablos.
Me dio curiosidad el futuro de un hombre y no lo mate. Un hombre que es verdaderamente fuerte es fuerte en cuerpo y alma, ese hombre estaba lejos de eso, tenia cuerpo frágil y un alma débil atados por creencias inútiles.
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Que todo el personal restante sepa que la nave ha puesto rumbo a la tierra, que huyan de la nave principal los que quieran.
Enseñanos alguna prueba ya que te niegas tanto, debes tener alguna forma de probar tu inocencia. Ya ves, sabia que no eras inocente.
No se muevan. Si se mueven les clavaré un kunai de estos en el trasero a todos, y las hemorroides son de por vida. Mas vale cuidar de sus traseros.
Maestro. ¿Viniste a golpearme con tu puño de nuevo? ¿Viniste a detenerme para que no deje las cosas a medias?
Jovenzuela, ¿por qué no me mataste? Tú misma dijiste que ambos éramos asesinos fuera de lo común. Y tenías razón. Ahora mismo no dudaría ni un instante en asesinar a una niña como tú. Entonces, ¿por qué? ¿Por qué dejas caer esas lágrimas?