Jovenzuela, ¿por qué no me mataste? Tú misma dijiste que ambos éramos asesinos fuera de lo común. Y tenías razón. Ahora mismo no dudaría ni un instante en asesinar a una niña como tú. Entonces, ¿por qué? ¿Por qué dejas caer esas lágrimas?

Publicada por

Esta frase le gusta a

La frase ha podido ser editada después de que se haya enviado a moderación.

Comentarios

No hay mensajes