Frases de Jigokuraku

Mientras pueda sobrevivir no me importa quitar vidas.

No te preocupes por banalidades, solo concéntrate en el enemigo que tienes enfrente.

Es inútil correr por ahí sin un plan para luego morir.

Si no puedes ganar escapar también es una forma de adaptarse.

La fuerza es poder transformarse, lo que permanece inmutable es innecesario.

Voy ha hacer lo que se me dé la gana, yo soy mi propio amo, yo soy mi propio Dios.

La voluntad afecta el corazón, la técnica y la fuerza.

Es extraño, pero conocerse a un mismo es lo mas difícil.

Debo calmarme, controlar mis emociones, y usar la razón pura.

Fuerte es la fuente de débil, débil es el origen de fuerte, fuerte, débil, todo es importante.

Los shinobi debemos ser realistas, nos entrenan para tomar decisiones difíciles, discernimos entre lo necesario y lo innecesario.

¿Sueños? No tengo ninguno, un ninja no necesita aspiraciones ni una gran causa, solo hay que matar a quienes nos ordenan.

Debido a mi oficio como verdugo, he sido testigo del final de varias personas, puedo percibir su mayor anhelo al borde de la muerte, la espada refleja la naturaleza de las personas, hay quienes se muestran valientes hasta el ultimo momento, hay quienes imploran clemencia con toda su fuerza, y también hay quienes se engañan a si mismos fingiendo resignación.

El peso del terror en la hoja de la espada hace sufrir a los condenados, lo que la hace mas pesada, ¿Qué debo hacer para poseer un corazón libre de duda y temor?

Hay terror en el corte, si hay duda y temor los criminales mueren con dolor.

Si fueran criminal que mereciera la muerte ¿podría matarlo sin dudar?

¿Qué gana una mujer blandiendo una espada? La hija de un samurái debe vivir en paz en casa, el karma de un verdugo decapitador no es para una mujer.

Aun sin blandir una espada, los miembros del clan Yamada ganan el sustento a partir de la muerte de otros.

Nadie puede estar tranquilo matando gente, no todos los asesinos acabaron con vidas humanas por gusto.

Lo que yo necesitaba no era fortaleza para no temer a matar, sino quizá resolución para cargar con ese temor y las vidas que sesgado.