- ¡Llora, Nobu! En mi hombro. - ¿Qué dices? - Ahora no es momento de ser tímido, ¿no somos buenos amigos? - Pero la gente nos mira... - ¿Y qué? No trates de hacerte el valiente cuando eres tan pequeño. - No me digas pequeño. Además, soy más grande que tú. - Lo sé, y tu corazón es diez veces más grande que el mío. Antes de conocerte, yo odiaba a la gente, no confiaba en nadie, cuando te conocí, sentí por primera vez que no estaba sola. Eres confiable, Nobu no te desanimes porque una chica te dejó.
- ¿Quieres tener a este bebé tanto? - Al principio esperaba que no fuera cierto, ni siquiera quería pensar en ello, pero tenía que enfrentarlo y eso me puso ansiosa, porque cuando la prueba salió positiva parecía que no había lugar donde huir y eso me aterró, pero si quería tener un aborto pensé que tenía que hacerlo cuanto antes, ya que nadie lo sabía, entonces sería como si nada hubiera pasado y pensé que podría seguir con mi vida normalmente, pero cuando fui a la clínica, me di cuenta de que dentro de mí llevaba a mi hijo, en ese momento pensé con claridad, que si realizaba un aborto, no podría ser capaz de seguir con mi vida normalmente, el miedo y la ansiedad desaparecieron y sentí que tenía que tranquilizarme, no sé cómo decirlo, pero sentí que debía proteger a la vida que llevo dentro de mí...
- ¿Nauseas matutinas? - No lo conservaré, no tienes de que preocuparte, no tienes que sentirte responsable, yo soy la idiota...
Todos estamos solos, no hay nadie que vaya a estar ahí para siempre, por eso pensar que alguien nos pertenece, es una estupidez.
No sé con qué palabra describiría lo que sentí aquella noche. Palabras melosas como "amor" o "excitación" no lo definirían adecuadamente. Era una mezcla de envidia y celos... y una especie de urgencia de deseo hacia él. Aún ahora, a veces, tengo miedo de perderlo...
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Puedo ver claramente las estrellas que están a lo lejos, pero pierdo la visión de las más cercanas a mí.
Incluso aunque la situación sea la misma, las personas son distintas, entonces el resultado también lo será.
Puede que aquella noche de luna llena fuera la mejor de mi vida. Sentí que la vida me estaba dando todo lo que podía desear. La noche estaba llena de sueños y esperanzas, el futuro parecía tan brillante. Algo me dice que jamás volveré a sentir algo tan perfecto...
Yo... si ahora me dijeras que te sientes sola, iría volando hasta Londres o hasta donde hiciera falta. Y si así consiguiera dar un poco de calor a tu cuerpo y a tu corazón, habría valido la pena. Cuando digo estas cosas, parece que sea un chico cariñoso y sensible ¿verdad? Pero es sólo que ahora mismo, para mí, no hay nada en el mundo más importante que tú. Qué pensaré mañana, eso no puedo saberlo... Perdóname por ser tan egoísta.
Pero yo estaba dolida, me habían hecho demasiado daño y tenia miedo que otra relación me hiciera sufrir de nuevo. Temía que un simple roce abriera mis heridas. Pero es al revés, cuando estoy con él siento como se van curando. Es como si me estuviera abrazando en silencio. Quisiera que ahora estuviera aquí para abrazarme y darme ese calidez.